«Allá verdea la dura piedra de Laconia, aquí el mármol líbico y frigio, más allá brilla el ondulado ónice y el mármol con vetas del mismo color que el mar profundo, y resplandecen rocas frente a las cuales palidece de envidia la púrpura de Ébalo». Así describía el poeta Estacio, a finales del siglo I d.C., las estancias de una lujosa residencia que ocupó Livia Drusila, la esposa del emperador Augusto. La villa –que hay que diferenciar de la Casa de Livia, en el Palatino de Roma– se hallaba al norte de la Urbe, en el término de la ciudad etrusca de Veyes.
Era famosa por un prodigio que protagonizó Livia en su juventud cuando acudió una vez a la finca –que pertenecía a la familia de su padre– y «estando sentada, un águila dejó caer sobre su regazo desde lo alto una gallina de asombrosa blancura, que llevaba en su pico una rama de laurel llena de bayas». Los arúspices la instaron a plantar la rama y custodiarla religiosamente, como símbolo de la vitalidad de la dinastía Julio-Claudia que fundaría con su esposo. También debía alimentar al ave y a su prole de polluelos, tan numerosos que dieron nombre a la villa: Ad gallinas albas, «donde las gallinas blancas».
Livia Drusila o Julia Augusta (59/58 a. C.-29 d. C.), fue la tercera esposa del emperador Augusto. Era hija de Marco Livio Druso Claudiano, el cual se suicidó en la batalla de Filipos.
Se casó en primeras nupcias con Tiberio Claudio Nerón, a quien dio dos hijos: Tiberio Claudio Nerón, futuro emperador, y Druso, gran general. Fue abuela de Germánico y Claudio, bisabuela de Calígula y Agripina la Menor y tatarabuela de Nerón.
Fue deificada por Claudio y recibió el título de Augusta después de que Tiberio se negase a hacerlo y a ejecutar su testamento, tarea que fue llevada a cabo por Calígula.
En 42 a. C., su padre la casó con Tiberio Claudio Nerón, su primo, de condición patricia, que luchaba con él en el lado de los asesinos de Julio César contra Octavio. Su padre se suicidó en la batalla de Filipos, junto con Cayo Casio Longino y Marco Junio Bruto, y su marido a continuación siguió luchando contra Octavio, ahora en nombre de Marco Antonio y de su hermano. En 40 a. C., la familia se vio obligada a huir de Italia con el fin de evitar las proscripciones octavianas, y se unió con Sexto Pompeyo en Sicilia, después de pasar a Grecia.Sobrevivió a su segundo hijo Nerón Claudio Druso y a sus nietos: Germánico hijo de Druso el Mayor y a su primo Druso el Menor hijo de Tiberio.
Siglos después, desaparecido ya el Imperio romano, quedaban aún rastros de la villa. Unos pocos kilómetros al norte de Roma, entre la vía Flaminia y la vía Tiberina, se hallaba la localidad de Prima Porta, que en la Edad Media se llamó Porta di Livia. En una colina cercana aún eran visibles algunas estructuras de la Antigüedad. En el siglo XVI, topógrafos como Henricus Camerarius y Antonio Fortanelli aceptaron la identificación de aquellos restos con la famosa villa de Livia, y así se plasmó en los primeros mapas del antiguo Lacio. Para corroborarlo, dos amantes de las antigüedades romanas, Gavin Hamilton y Thomas Jenkins, emprendieron en 1771 unas breves excavaciones, apenas documentadas.
Augusto (en latín, Augustus; Roma, 23 de septiembre de 63 a. C.-Nola, 19 de agosto de 14 d. C.) fue el primer emperador romano. Gobernó entre 27 a. C. y 14 d. C., año de su muerte, convirtiéndose así en el emperador romano con el reinado más prolongado de la historia.Se dice que cuando tronaba, el emperador Tiberio solía coronarse de laurel para combatir su miedo a los rayos.Existen otros hechos destacados en al historia del Divino Augusto. En cierta ocasión, Livia Drusila, que después de su matrimonio adoptó el nombre de Augusta, durante la época en la que estaba prometida al César, y estando sentada, cayó sobre su regazo una gallina muy blanca, que un águila había dejado caer desde lo alto sin recibir daño alguno. Livia, al verlo, sin mostrar ningún signo de sorpresa, descubrió que la gallina llevaba en el pico una ramita de laurel con sus frutos. Los arúspices dieron órdenes de que la gallina y sus crías fuesen tratadas con todo cuidado, y que la rama se plantase con religioso respeto.
Sucedió en la villa de los Césares a las orillas del Tíber, junto a la novena piedra de la vía Flaminia (a ocho millas de Roma), por lo que se le llama Ad gallinas. De la rama ha nacido ya, de forma maravillosa, todo un bosque, y Augusto, desde entonces, cuando celebraba una triunfo, llevaba una rama de ese laurel en la mano, y una guirnalda del mismo árbol en la cabeza, y desde entonces, todos los emperadores (...)
Plinio: Naturalis Historia, liber XV (Sobre el laurel)
El joven Octavio se convirtió en heredero de Julio César tras el asesinato de este en 44 a. C. Un año después, en 43 a. C., conformó junto a Marco Antonio y Lépido una dictadura militar conocida como el Segundo Triunvirato.
El mandato de Augusto inició una era de paz relativa conocida como la Paz romana o Pax Augusta (en su honor). Salvo por las constantes guerras fronterizas, y con la excepción de una guerra civil de sucesión imperial que duró un año, la sociedad del Mediterráneo gozó de un ambiente pacífico durante más de dos siglos. De igual forma, Augusto expandió el Imperio romano, asegurando en el proceso sus fronteras mediante la subordinación a Roma de las regiones circundantes.
Creó la Guardia Pretoriana junto a fuerzas policiales de seguridad, tanto para mantener el orden como para combatir los incendios en Roma. Resulta destacable añadir que gran parte de la ciudad se reconstruyó bajo su reinado.
Tras su muerte en 14 d. C., el Senado lo divinizó, siendo posteriormente adorado por el pueblo romano. A manera de legado, sus nombres «César» y «Augusto» serían adoptados por todos los emperadores posteriores, y el mes de Sextilis sería renombrado «Agosto» en su honor.
Grabado del descubrimiento del Augusto de Prima Porta en un libro de Cacchiatelli y Cleter. |
Fue en 1863 cuando la fama de la villa de Livia recorrió el mundo entero a raíz de dos magníficos descubrimientos. Por aquel entonces, los terrenos en los que yacía la villa habían sido arrendados al conde Francesco Senni, quien decidió emprender junto a su socio Paolo d’Ambrogi «excavaciones para buscar objetos de antigüedad». Durante las primeras semanas desenterraron varias estancias pertenecientes al complejo termal y numerosos objetos, entre ellos dos bustos de época imperial, una cabeza de Apolo, una máscara sacerdotal y varias tuberías de plomo con inscripciones. Todo ello lo vendieron pronto en el mercado de antigüedades.
Más sensacional fue el hallazgo que hicieron el 20 de abril de 1863, a última hora de la tarde, cuando cerca del muro de cierre de la villa «se encontró una estatua que representa a César Augusto con vestimenta militar, de diez palmos de altura [2,04 metros], con un pequeño putto [cupido] desnudo a caballo de un delfín», según informó D’Ambrogi al ministro de Obras Públicas del Estado Pontificio. El conde Senni donó al papa Pío IX la estatua, que pasó de inmediato a engrosar las colecciones vaticanas; hoy es mundialmente conocida como el Augusto de Prima Porta. Poco después dos estudiosos italianos recordaban «el júbilo de los intelectuales italianos y extranjeros ante el anuncio del insigne descubrimiento de este singular monumento del arte pagano».
Eneas a es un personaje de la mitología grecorromana, héroe de la guerra de Troya, quien tras la caída de la ciudad logró escapar, emprendiendo un viaje hasta el Lacio (la región centro occidental de Italia) donde tras una serie de acontecimientos se convirtió en rey y a la vez en el progenitor del pueblo romano. En efecto, sus descendientes, Rómulo y Remo, fundaron la ciudad de Roma. Eneas era hijo del príncipe dardanio Anquises y de la diosa Afrodita (Venus en la mitología romana). Se casó con Creúsa, una de las hijas de Príamo, con la cual tuvo un hijo llamado Ascanio o Iulo. En su huida de la ciudad acompañado de toda su familia, Creúsa murió al quedarse atrás. Ya en Italia, Eneas se casó con Lavinia, hija del rey Latino, siendo esta unión el origen mítico del pueblo romano.
Eneas llevando a Anquises, enócoe de figuras negras, h. 520-510 a. C., museo del Louvre (F 118). |
Se trata de una figura importante de las leyendas griegas y romanas. Sus hazañas como caudillo del ejército troyano son relatadas en la Ilíada de Homero, y su viaje desde Troya (guiado por Afrodita) que llevó a la fundación de Roma, fue relatado por Virgilio en la Eneida.
William Shakespeare lo incluyó como personaje en su obra Troilo y Crésida.El Partenón de Nashville, pincha aqui
Sir Lawrence Alma-Tadema, pincha aqui
Atributos militares simbolizan el mando, el imperium En la coraza en relieve : el cielo ( Urano) cubre la cabeza con el manto de la bóveda celeste; ascendiendo hacia él el dios solar Helios en su cuadriga tirado por caballos; le preceden la Aurora que porta la copa del rocío y Venus, lucero del alba. En la parte central Tiberio recibe de un parto las insignias arrebatadas a las legiones romanas A los lados los símbolos de Hispania y Galia En la parte inferior : la madre Tierra con Rómulo y Remo y el cuerno de la abundancia, escoltado por Apolo y Diana La coraza , Hispania y Galia simbolizan los éxitos militares. Los pies descalzos . Augusto tras morir se convierte en personaje divinizado. Delfin y Cupido se relacionan con Afrodita de la que desciende la dinastía IULIA a la que pertenece Augusto( IULO hijo de Eneas y este a su vez hijo de la diosa Afrodita y Anquises) |
La buena fortuna de Senni y D’Ambrogi no acabó ahí. Diez días después del hallazgo de la estatua salieron a la luz dos habitaciones subterráneas. El asombro de los arqueólogos fue mayúsculo cuando en las paredes de una de ellas descubrieron unos frescos de extraordinaria factura y en perfecto estado de conservación.
Al rescate de los frescos
En otoño de 1863, cuando se reanudaron las excavaciones bajo la dirección de Giuseppe Gagliardi, la sala subterránea comenzaba a tener problemas de filtración de aguas que afectaban a las pinturas. Los arqueólogos decidieron no extraer los frescos, y trataron de aislarlos y consolidarlos aplicando sobre ellos materiales como petróleo, soluciones alcohólicas, parafina o apósitos de miga de pan, que empeoraron en general su estado. Finalmente, las pinturas y los estucos de la bóveda, gravemente dañados durante la segunda guerra mundial, fueron extraídos en 1951 y, tras una intervención integral del Instituto Central para la Restauración, fueron trasladados al Museo Nacional Romano, en cuya sede del Palazzo Massimo se exponen actualmente.
Los frescos de Villa Livia Museo Nazionale Romano Palazzo Massimo alle Terme Roma Italia |
Las pinturas simulaban el interior de una gruta rodeada por todas partes por un exuberante jardín, en el que las más variadas especies botánicas florecían inverosímilmente a un mismo tiempo. Entre el ramaje de granados, melocotoneros, laureles y almendros, hasta sesenta y nueve especies de aves ponían a prueba los conocimientos de todos los que se reunían a comer allí, lejos del sol ardiente del verano.
Jardines y pájaros Detalle de las pinturas murales del antiguo triclinio de la villa de Livia en Prima Porta, con un pino en el centro de la escena. Palazzo Massimo, Roma. |
El Palazzo Massimo alle Terme es un palacio de Roma, situado en la Piazza dei Cinquecento del rione Castro Pretorio, cerca de la Estación Termini.El edificio fue construido entre 1883 y 1886 por el último descendiente de la familia romana de los Massimo, el sacerdote jesuita Massimiliano Massimo, en terrenos que pertenecían a la familia; encargó la construcción al arquitecto Camillo Pistrucci.
Palazzo Massimo museo nazionale romano |
La construcción del palacio conllevó la demolición de un edificio precedente, el Palazzo Peretti (que perteneció al Papa Sixto V y por tanto también se le llamaba Sistino), situado en el interior de la Villa Peretti Montalto, obra de Domenico Fontana (finales del siglo XVI). La villa, convertida posteriormente en Villa Negroni, y finalmente Villa Massimo, desapareció completamente con la construcción de la cercana estación Termini.
Palazzo Massimo museo nazionale romano |
Comprado por el Estado Italiano en 1981, gracias a la financiación aportada por la ley 92/81 para la puesta en valor del patrimonio arqueológico de Roma, tras una restauración obra del arquitecto Costantino Dardi, el edificio alberga desde 1998 la principal de las cuatro sedes del Museo Nacional Romano, y las oficinas centrales de la Superintendencia Especial de Bienes Arqueológicos de Roma.
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