Tudela (Navarra) siglo XVIII
El Marquesado de San Adrián es el título nobiliario español creado oficialmente el 13 de noviembre de 1729 por el rey Felipe V a favor de Joaquín Magallón y Beaumont de Navarra, señor de Monteagudo y de San Adrián (ambos en Navarra). El Real decreto del título había sido concedido por el rey Carlos II el 13 de octubre de 1696 al mismo titular.
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Tudela es un municipio y una ciudad española de la Comunidad Foral de Navarra situada a 94 km de la capital de la comunidad, Pamplona. Es la cabeza del partido judicial homónimo, cabeza de la merindad homónima y el centro económico y comercial de la Ribera de Navarra. También es el segundo municipio más poblado de Navarra con una población en 2014 de 35 062 habitantes (INE). |
Este título obtuvo la Grandeza de España el 17 de diciembre de 1802 siendo José María Magallón y Armendáriz, V marqués de San Adrián.
A finales del siglo XVI, un Magallón-Vergara-Veraiz era señor solariego de San Adrián. Un hijo suyo en 1641 adquirió la jurisdicción civil y criminal a cambio de ceder a la real hacienda el puerto seco o aduana de la villa. Eran señores de Monteagudo, merinos perpetuos de Tudela y alguaciles de la Santa Inquisición.
El merino era un cargo administrativo existente en las Coronas de Castilla y de Aragón y en el reino de Navarra durante las edades Media y Moderna. El merino era la figura encargada de resolver conflictos en sus territorios, cumpliendo funciones que en la actualidad son asignadas a los jueces. Además administraba el patrimonio real y tenía alguna función militar. Se encargaba de las cosechas, arrendamientos del suelo y caloñas (multas que se imponían por ciertos delitos o faltas).
Nota:
Los marqueses de San Adrián destacaron como fundadores de la Real Sociedad Tudelana de los Deseosos del Bien Público como Sociedad de Amigos del País de carácter filantrópico e ilustrado.
- Francisco Magallón y Magallón involucrado en la creación de la Conversación, precedente de la Sociedad pero que falleció antes de su creación en 1773. Impulsor de la reforma de las aduanas en las Cortes de Navarra en 1757.
- José María Magallón, el más involucrado en la corta existencia de la Sociedad.
La Real Sociedad Tudelana de los Deseosos del Bien Público
O también la Tudelana, fue una de las primeras Sociedades Económicas de Amigos del País de España, creada en 1773 en la ciudad de Tudela (Navarra).
Las costumbres de las tertulias que se acompañaron de representaciones teatrales con fines pedagógicos penetraron en los cículos nobiliarios de la ciudad de Tudela. Fue decisoria la influencia de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, debido al contacto que mantenían los marqueses de San Adrián con Xavier María de Munibe e Idiáquez, el conde de Peñaflorida. Debido a esta relación el movimiento ilustrado navarro se decantó por la Ilustración de forma autónoma, con ritmos propios, descartándose la que diseñaba el Estado, aunque no faltaron tensiones.
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Grabado de la portada de Historia y estatutos de la Sociedad Tudelana de los Deseosos del Bien Público (1778)
La baja calidad de este primer diseño causó una mala impresión a los socios |
“Se ha elegido para empresa de la Sociedad una medalla en que se represente la felicidad, bajo la forma de una venerable matrona en pie, con el caduceo en la mano diestra, y en la siniestra la cornucopia, símbolo de la abundancia, con una inscripción en la basa o pedestal de esta figura, que diga: Felicidad. Pondrase debajo un corazón, exhalando vivas apacibles llamas con esta letra:
Ardiente aspiro, y anhelo
al bien de mi patrio suelo.
Alude a que el principal conato de la Sociedad se encamina a desterrar el ocio, beneficiar los campos y promover la industria, madre de la abundancia, íntimamente unida con la felicidad”.
El período de gestación no está muy documentado por lo que las motivaciones del protagonismo de la Ribera de Navarra para esta iniciativa. En todo caso la Ribera constituía una zona agrícola relativamente próspera, dentro del ámbito navarro, y las élites locales presentaron una actitud cultural destacada, en especial la familia de los Magallón, marqueses de San Adrián.
El origen más inmediato fue la tertulia de la "Conversación" con un número reducido de participantes pero estable. Más de la mitad de los miembros eran nobles o funcionarios.
Fundación
Las reuniones se iniciaron en diciembre de 1773. Francisco Magallón, muy involucrado en la Conversación falleció antes de la fundación de la sociedad. Siendo el núcleo fundador el hijo de este José María Magallón y el nieto, como alumno, del mismo nombre.
El objetivo de culturización de la tertulia fue ambicioso en el número de temas a tratar con preocupación por el empirismo y la idea del bien general. El progreso de las "luces" exigía una sensibilización positiva hacia la tolerancia, la crítica y la sociabilidad.
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Grabado de Mateo González (1779)
En esta segunda versión , la matrona adopta una postura más movida, con su atuendo trasluciendo la anatomía y el manto agitado. Porta con naturalidad la cornucopia y el caduceo, y se sitúa sobre un doble pedestal, uno con la palabra felicidad y otro con el corazón llameante y el lema de la Sociedad. |
Desarrollo
A lo largo de 1775 los tertulianos se centraron en la creación de unos estatutos que se concluyeron en diciembre. En estos estatutos se adoptó el modelo de la Bascongada, aunque simplificados. Estableció cuatro comisiones: Agricultura; Ciencias y Artes útiles; Industria y Comercio; e Historia, Política y Buenas Letras.
Entre 1778 y 1788 se inscribieron 88 miembros, siendo la etapa más fructífera de la Tudelana. Las tres etapas de la misma fueron de crecimiento (1778-1781), sostenimiento a bajo nivel (1782-1788) y decadencia a partir de 1789. Esta sociedad se extendió por la Ribera y se amplió hasta la Navarra Media, sin llegar a la montaña de Navarra.
La propia Sociedad Tudelana en 1798 es pesimista en el balance que hace de sus logros: "Ninguno, porque no hay fondos para hacer efectivas las tentativas, ni tampoco los alicientes de la remuneración de honor y utilidad que harían maravillas." Las discrepancias se iniciaron en verano de 1789 con la polémica del marqués de San Adrián y el resto de la Sociedad sobre discusión del papel de la industria en el programa de la institución (en este caso medidas para facilitar la venta de vinos de baja calidad). Por ello el marqués fue relegado, y sin cargos en la Sociedad desde 1792. Posteriormente se trasladó a Pamplona para actuar al frente de la Diputación de Navarra en la Guerra de la Convención y posteriormente se trasladó a Madrid por motivos de salud.
La agonía de la Sociedad se prolongó hasta 1800, con una interrupción absoluta, un leve despertar en 1807 y otro en 1816 que sería una nueva fundación que dio a Tudela un talante liberal por José Yanguas y Miranda y José Mª Magallón y Armendáriz, séptimo marqués de San Adrián y destacado "afrancesado".
José Yanguas y Miranda (Tudela, Navarra, 15 de marzo de 1782 - Pamplona, 25 de septiembre de 1863) fue un político, historiador y experto en leyes, abuelo del gran matemático Zoel García de Galdeano.
José María Magallón y Armendáriz
(Tudela, 1763 - Madrid, 1845), marqués de San Adrián y de Castelfuerte, señor de Monteagudo, fue un aristócrata y cortesano español.
Nació en Tudela en el palacio de los Magallón, hijo de José María Magallón Beaumont de Navarra y Mencos, marqués de San Adrián y señor de Monteagudo, y de Josefa de Armendáriz y Acedo, de los marqueses de Castelfuerte. Se educó durante ocho años en el Real Seminario de Nobles de Vergara, y completó su formación con un periodo de estudios en París.
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Retrato del Marqués de San Adrián de Francisco de Goya, que fue realizado al séptimo marqués, José Mª Magallón y Armendáriz, en 1804. |
Posteriormente pasó a residir en Madrid, donde se relacionaría —de la mano de Cabarrús— con numerosas personalidades del mundo ilustrado de la época, como Moratín. Fue Académico de Honor de la Real de Bellas Artes de San Fernando desde el 2 de febrero de 1794. Tradujo del francés los Elementos del arte de pensar de Borelly (obra que se publicó en Madrid en 1797).
Fue miembro de una comisión diplomática española encabezada por Cabarrús y que fue enviada por Godoy en 1797 a las Negociaciones de Lille entre el Directorio francés y el gobierno inglés de Pitt.
El testimonio de sus contemporáneos y —sobre todo— los pinceles de Goya le pintan como un hombre apuesto, elegante, distinguido, simpático, desenvuelto, amante de la buena vida y de la sociedad mundana.
Se Casó en 1790 con Soledad Rodríguez de los Ríos y Lasso de la Vega, una joven viuda con dos niños, V marquesa de Santiago y V marquesa de la Cimada. Esta señora heredó un vasto patrimonio que —además de capital financiero— incluía el palacio de Madrid, algunos feudos en Flandes, tierras de viñedo en Málaga, y una notable colección de pintura. De este matrimonio nació en 1797 su única hija: Francisca de Paula Magallón y Rodríguez de los Ríos, a quien cedería en vida el marquesado de Castelfuerte.
Su mujer falleció en 1807, dejándole una pensión vitalicia. A raíz de su viudez y de la subida al trono de José Bonaparte, San Adrián derivó de las simpatías ilustradas al afrancesamiento. Durante la Guerra de la Independencia entró como Chambelán y Maestro de Ceremonias al servicio del Rey Intruso. En 1809 éste le condecoró con la encomienda de la Orden Real de España (la Orden de la Berenjena, según la motejaba el genio popular), y cuatro años después con la Gran Banda de la misma. Por este motivo, la Junta Suprema Central le declararía «fuera de la ley» en 1819. Acabada la guerra se exiló a París, y desde 1817 residió en Burdeos.
Regresó a España tras el Pronunciamiento de Riego (1820) y la consiguiente amnistía para los afrancesados. Desde entonces residió en Tudela, y sólo pisó fugazmente Madrid en 1822, para asistir a la boda de su hija con el conde de Sástago. En noviembre de 1823 solicitó permiso para regresar a la corte y volver a servir como Gentilhombre en Palacio. Su petición no fue aprobada por Fernando VII hasta 1827, y quedó definitivamente purificado en 1829. En este año se reincorporó a las funciones palatinas, que desempeñó hasta su muerte.
Falleció en Madrid en 1845. No dejaba descendencia, pues su hija Francisca de Paula, condesa de Sástago, había muerto sin prole veinte años antes en Burdeos, donde se hallaba exilada no por hija de afrancesado sino por esposa de liberal. En el marquesado de San Adrián, con grandeza de España, sucedió en 1848 su hermano Joaquín Mariano Magallón y Armendáriz, nacido en Tudela en 1783, en cuya descendencia sigue la casa.
Palacio Marqués de San Adrián
Situado en la calle Magallón encontramos la casa-palacio más monumental de Tudela. Siguiendo los modelos constructivos del valle del Ebro en el siglo XVI, es la obra cumbre de la arquitectura civil renacentista de Navarra.
Residencia de familias ilustres como la de Magallón que da nombre a la calle y por cuyo título de Marqueses de San Adrián, se conoce a este palacio. Las estancias que un día hospedaron a insignes viajeros, son hoy las aulas de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Del palacio, además de la sobria fachada de ladrillo, suelen destacarse el patio de luces y el espectacular alero de madera. Con todo, el principal reclamo del edificio son los frescos renacentistas que decoran la escalera primitiva que conduce a la zona más noble del palacio. Unos murales muy originales en los que se representan diosas de la antigüedad clásica junto a mujeres heroínas de la antigüedad grecorromana.
Monumental edificio de ladrillo de dos pisos y ático en galería. Su sobria fachada está rematada por un espectacular alero de madera muy ornamentado y atribuido a Esteban de Obray.
Todo el inmueble se articula en torno a un patio cuadrado organizado en dos alturas. Éstas se comunican mediante una colosal escalera. Y los murales que la decoran son, sin duda, lo más llamativo de este palacio. Pinturas renacentistas del siglo XVI totalmente restauradas y realizadas en un único tono, el gris. De ahí su nombre, grisallas. Excepcionales son su técnica y su temática, ya que en España son escasos los conjuntos mitológicos bien conservados.
¿Qué vemos? Doce figuras femeninas de la antigüedad clásica ofreciendo pautas morales a la dueña de la casa. Mujeres castas, guerreras y divinidades clásicas. Éstas últimas son Venus (belleza), Juno (riqueza), Palas (sabiduría), y Eris (discordia). Eris parece aludir a la supuesta elección que debió hacer el marqués de Magallón al casarse con su mujer. La desnudez de los cuerpos de las 4 diosas se cubrió siglos después, coincidiendo con los usos del palacio como colegio de los austeros Hermanos del Sagrado Corazón.
Francisco Cabarrús (Bayona, 1752 - Sevilla, 27 de abril de 1810) fue un financiero de origen francés y naturalizado español.
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Francisco Cabarrús, por Goya (1788).
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Hijo de Domingo Cabarrús Fourcade, propietario de una casa de comercio en la ciudad francesa de Bayona, cuando tenía 18 años su padre lo envió a España (primero al país vasco español, luego a Zaragoza y finalmente a Valencia) para que completase su formación como negociante. En Valencia se asentó en casa de un comerciante francés y se casó con la hija de su anfitrión, Antonia Galabert Casanova; al no realizar el trámite de pedir permiso para ese acto civil en Francia, quedó obligado a desarrollar su carrera en España, y el matrimonio se estableció en Carabanchel Alto (Madrid). De este matrimonio nació Teresa Cabarrús y Domingo Cabarrús Galabert.
Sus cualidades para las finanzas y su visión ilustrada de la sociedad le granjearon la amistad de Gaspar Melchor de Jovellanos y de los condes de Campomanes, Floridablanca y Aranda. A Cabarrús se debió la idea de emitir vales reales para hacer frente a los cuantiosos gastos de la guerra con el Reino Unido (1779 - 1783) por el asunto de la Independencia de los Estados Unidos, para lo cual se asoció con el banquero vascofrancés afincado en España Jean Drouilhet, con Muzquiz y con otros financieros europeos y, en 1782 ideó el proyecto de creación del Banco de San Carlos, primer banco nacional español, que emitió el primer papel moneda impreso en el reino, los llamados vales reales. En 1789 Carlos IV le otorgó el título de conde de Cabarrús.
Creó la Compañía de Comercio de Filipinas e inició el Canal de Cabarrús, hoy en día Canal de Isabel II.
Murió en Sevilla en 1810 siendo ministro de Finanzas con José I Bonaparte. Fue enterrado en la Capilla de la Concepción de la catedral de Sevilla, en panteón próximo al del Conde de Floridablanca. En 1814, acabada la Guerra de la Independencia, su cadáver fue exhumado y precipitados sus huesos en la fosa común del Patio de los Naranjos, donde se enterraba a los reos de pena capital. Según otras versiones, sus huesos fueron arrojados al Guadalquivir.
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Retrato por François Gérard (1804).
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Teresa Cabarrús (Juana María Ignacia Teresa Cabarrús) también llamada Madame Tallien (Carabanchel Alto, Madrid, 31 de julio de 1773 - Chimay, Región Valona, 15 de enero de 1835) fue una dama española que casó con Jean-Lambert Tallien y fue conocida como Nuestra Señora de Termidor, en francés, Notre-Dame de Thermidor.
Hija del conde español Francisco Cabarrús, ministro de finanzas de Carlos III, y de la dama aragonesa Antonia Galabert, así como hermana de Domingo Cabarrús Galabert. Fue enviada a estudiar a Francia en 1785 y allí se casó en 1788 con el joven marqués Jean-Jacques-Devin de Fontenay. Simpatizó con las ideas de la revolución. En 1792 el marqués se divorció de ella. Teresa se trasladó a Burdeos, donde fue arrestada, pero Tallien(Jean-Lambert Tallien (1767 – 16 Noviembre de 1820) fue un político francés durante la Revolución Francesa), seducido por su belleza, la hizo liberar y se convirtió en su amante. Posteriormente fue detenida en la prisión de la Force, donde encontró a Josefina de Beauharnais, quien desde entonces habría de ser una de sus más íntimas amigas. Cuando fue condenada a muerte, una carta suya a Tallien precipitó la caída de Robespierre y los hechos del 9 de termidor, por lo que se la apodó Nuestra Señora de Termidor. Fue una mujer muy influyente durante el régimen del Directorio y su salón adquirió celebridad. El 26 de diciembre de 1794 contrajo nupcias con Tallien, al que dio varios hijos, entre ellos una niña cuya madrina fue Josefina de Beauharnais(la primera esposa de Napoleón Bonaparte y por tanto, emperatriz de Francia). Después fue amante del general Hoche(fue un militar francés, general de la Primera República Francesa), de Barras (revolucionario francés y principal líder político del Directorio entre 1795 y 1799) y del opulento banquero Ouvrard. Con éste último tuvo varios hijos.
Formó parte del grupo llamado de las maravillosas (merveilleuses) junto con otras mujeres importantes de la época como Josefina o Juliette Récamier. Durante el Imperio fue excluida de los salones imperiales porque Napoleón consideraba escandalosa su conducta. En 1802 se divorció de Tallien y el 9 de agosto de 1805 se casó con François Joseph de Riquet de Caraman, conde de Caraman, y después príncipe de Chimay, al que dio varios hijos y fue ejemplarmente fiel.
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