sábado, 14 de marzo de 2015

Belgica - Maximiliano Y Carlota (Hija de Leopoldo I)

Maximiliano Y Carlota 
Nació en el castillo de Laeken cerca de Bruselas, Bélgica, el 7 de junio de 1840. Fue la única hija del matrimonio formado por el Rey Leopoldo I de los Belgas y la Princesa Luisa María de Francia (hija del rey Luis Felipe I de Orleáns, descendiente de Luis XIII, y de María Amalia de Borbón-Dos Sicilias, hija a su vez de Fernando I de Borbón, Rey de las Dos Sicilias y de Nápoles).


Llamada así en honor a la primera esposa de su padre, la Princesa Carlota de Gales, que había muerto durante el parto, Carlota tenía tres hermanos: Luis Felipe, que murió en la primera infancia, Leopoldo II, que después de la muerte de su padre se convirtió en Leopoldo II de Bélgica y el Príncipe Felipe Conde de Flandes. Era también prima hermana tanto de la Reina Victoria I del Reino Unido como de su marido, Príncipe Alberto, así como de Fernando II de Portugal.

Antecesora de María Amelia de Borbón-Dos Sicilias:
María Antonieta en un retrato realizado
por Élisabeth Vigée Le Brun en 1783.
Su abuela favorita María Amalia de Borbón-Dos Sicilias, reina de Francia, era la consorte de Luis Felipe de Francia, y sobrina de María Antonieta. María Amalia era la confidente cercana de Carlota, y durante su boda en 1857, llevó una pulsera con un retrato en miniatura de su abuela y mantuvieron correspondencia con regularidad, sobre todo más tarde mientras Carlota se encontraba en México.

Retrato de María Amelia de Borbón-Dos Sicilias,
por Francisco Javier Winterhalter (c. 1842).

Cuando Carlota tenía diez años, su madre, Luisa María de Francia, murió de tuberculosis y Carlota fue confiada a la Condesa de Hulste, una amiga cercana de la familia. Aunque joven, la princesa tenía su propia casa pero durante unas semanas al año, Carlota se quedaba en Claremont (casa de campo) con María Amalia y el resto de la familia de su madre en el exilio.
Sucesora de María Amelia de Borbón-Dos Sicilias:
Eugenia de Montijo (Emperatriz consorte de los franceses en 1853)
(Granada, 5 de mayo de 1826 - Madrid, 11 de julio de 1920)
fue emperatriz consorte de los franceses como esposa de Napoleón III.
Pertenecía a la Casa de Sajonia-Coburgo-Gotha que tomó su nombre del diminuto ducado alemán que era la patria de su padre, el primer rey de Bélgica.

Maximiliano I
Emperador de México (Viena, 1832 - Querétaro, México, 1867). Maximiliano era un archiduque de la Casa de Habsburgo, hermano del emperador austriaco Francisco José y yerno del rey belga Leopoldo I.

Óleo de Maximiliano, por Franz Xaver Winterhalter (1864).
En 1857 Maximiliano fue nombrado gobernador de las provincias italianas de Lombardía y el Véneto, pertenecientes al Imperio Austriaco; y, como tal, sufrió el ataque del Piamonte que, con el apoyo militar del Segundo Imperio francés, le arrebató la Lombardía y puso en marcha la unificación de Italia en 1859.
Desde entonces se retiró de la vida pública, dedicándose a viajar y estudiar. En 1863 Maximiliano volvió a entrar en los planes del emperador francés Napoleón III: éste había invadido México para exigir el pago de las deudas del gobierno de Juárez en 1861; y una vez allí, había decidido convertirlo en un Estado satélite, desde el cual contener la influencia anglosajona en América Latina en beneficio de Francia, aprovechando el debilitamiento de los Estados Unidos por la Guerra de Secesión (1861-65).

Maximiliano y Carlota planificaron ser coronados el 10 de abril de 1864 en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.
Napoleón hizo que la asamblea de notables conservadores que le apoyaban en México ofreciera la Corona del país a Maximiliano, para así reconciliarse con Austria y compensarle por la pérdida del Piamonte. Maximiliano aceptó en 1864 y se convirtió en emperador de México, apoyándose en la opinión católica y conservadora frente a los liberales de Juárez, que contaban con el apoyo popular.


Busto de Maximiliano y Carlota en el Museo Soumaya de la Ciudad de México.

Maximiliano llegó al puerto de Veracruz en la famosa fragata Novara, el 28 de mayo de 1864, entre el júbilo y algarabía de los conservadores,pero no del pueblo jarocho, lo que originó que ante la pobre recepción de su imperio, Carlota Amalia derramara lágrimas de frustración y de pena. Pero a la llegada a otras ciudades, las recepciones fueron muy jubilosas y de gran algarabía, lo cual se expresó especialmente en Puebla y en la Ciudad de México. La travesía a la Ciudad de México le ofreció un panorama distinto: un país herido por la guerra y profundamente dividido en sus convicciones. En un corto período de tiempo, Maximiliano se enamoró de los hermosos paisajes de su nuevo país y de su gente. Mientras, las tropas francesas continuaban peleando en territorio mexicano. Maximiliano comenzó a construir museos y trató de conservar la cultura mexicana, lo cual queda como una de sus grandes contribuciones como emperador. La emperatriz Carlota comenzó a organizar fiestas para la beneficencia mexicana a fin de obtener fondos para las casas pobres.


El Castillo de Chapultepec es una construcción palaciega ubicada en lo alto del cerro del mismo nombre, en el centro del Bosque de Chapultepec, situado en la Ciudad de México, a una altura de 2.325 metros sobre el nivel del mar. Fue construido por el virrey Bernardo de Gálvez y Madrid sobre el cerro del Chapulín (Chapultepec es palabra de origen náhuatl «Chapulli, saltamontes, y tepe(tl), cerro, Chapultepetl», que significa "cerro del saltamontes" o "cerro del chapulín").

Al llegar a la ciudad se instaló en el Castillo de Chapultepec para utilizarlo como residencia y mandó trazar un camino que le conectase a la ciudad: el Paseo de la Emperatriz (actualmente el Paseo de la Reforma). Como el matrimonio no podía tener hijos, ambos decidieron adoptar a Agustín y Salvador, dos nietos de Agustín de Iturbide, el primer emperador mexicano.

Pero la política de Maximiliano resultó ser más liberal que lo que sus partidarios conservadores pudieron tolerar.

Napoleón III, por su parte, se enfrentaba a serias amenazas en Europa y requería que sus tropas regresaran al país galo. Con el apoyo económico de los estadounidenses a la facción republicana, y sin el apoyo francés ni conservador en el país, poco le quedaba por hacer a Maximiliano.

Maximiliano primero aplicó una política Dubstep a propósitos liberales afectando a los grupos conservadores, pues con los decretos sobre nacionalización de bienes eclesiásticos y de libertad de cultos, ratificó las Leyes de Reforma juaristas. Su popularidad fue cayendo no sólo ante los ojos de los conservadores mexicanos que lo colocaron en el poder, sino ante el mismo Napoleón III, quien le retiró su ayuda económica y militar.

Fue sitiado con el resto de su ejército en la Ciudad de Querétaro y finalmente fue capturado junto con los Generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, por soldados mandados por los Generales Mariano Escobedo y Ramón Corona, a quién Maximiliano le entregó su espada de rendición


Ejecución del Emperador Maximiliano de México, pintura de Édouard Manet.
Tras un juicio sumarísimo ante tribunales militares, celebrado en el Teatro Iturbide (después Teatro de la República) y teniendo como abogado defensor a Rafael Martínez de la Torre, siendo juzgado por un coronel y seis capitanes, sin derecho a apelaciones y con base en un interrogatorio que en su mayor parte el Emperador se negó a contestar, alegando que eran cuestiones meramente políticas, los liberales lo condenaron a muerte.
Fue ejecutado en el Cerro de las Campanas de la ciudad de Querétaro, el 19 de junio de 1867, junto con los generales conservadores Miramón y Mejía.

Máscara mortuoria de Maximiliano.
Museo Nacional de las Intervenciones, Ciudad de México.
Las últimas palabras del Emperador fueron acerca de un reloj con el retrato de su esposa:
"Mande este recuerdo a Europa a mi muy querida mujer, si ella vive, y dígale que mis ojos se cierran con su imagen que llevaré al más allá. Lleven esto a mi madre y díganle que mi último pensamiento ha sido para ella.
El Emperador de México, segundos antes de recibir las descargas del pelotón de fusilamiento, entregó una moneda de oro a los siete soldados del pelotón. Después proclamó:

"Perdono a todos y pido a todos que me perdonen y que mi sangre, que está a punto de ser vertida, se derrame para el bien de este país; voy a morir por una causa justa, la de la independencia y libertad de México. ¡Que mi sangre selle las desgracias de mi nueva patria! ¡Viva México!


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