miércoles, 18 de febrero de 2015

El congreso de Viena (I) (Recomendado)


 1. Arthur Wellesley, 1er Duque de Wellington   2. Joaquim Lobo Silveira, séptimo conde de Oriola   3. António de Saldanha da Gama, Conde de Porto Santo   4.   Count Carl Löwenhielm   5. Jean-Louis-Paul-François, quinto duque de Noailles   6. Klemens Wenzel, el príncipe von Metternich   7. André Dupin   8. Conde Karl Robert Nesselrode   9. Pedro de Sousa Holstein, primero conde de Palmela 10. Robert Stewart, vizconde Castlereagh 11. Emmerich Joseph, duque de Dalberg 12. barón Johann von Wessenberg . 13 El príncipe Andréi Razumovski 14. Charles Stewart, 1r barón Stewart 15. Pedro Gómez Labrador 16. Richard Le Poer Trench, segundo conde de Clancarty 17.    Wacken (grabador) 18. Friedrich von Gentz ​​(Secretaría del Congreso) 19 . barón Wilhelm von Humboldt 20. William Cathcart, 1r conde Cathcart 21. príncipe Karl August von Hardenberg 22. Charles Maurice de Talleyrand-Périgord 23. Conde Gustav Ernst von Stackelberg
Don Pedro Gómez Labrador, Marqués de Labrador,
retrato de Vicente López Portaña, Museu Nacional d'Art de Catalunya.
Don Pedro Gómez Labrador fue un diplomático y noble español que representó a España en el Congreso de Viena (1814-1815). Labrador no consiguió los objetivos diplomáticos que se le encomendaron, que pasaban por restaurar en el trono de las antiguas posesiones españolas de Italia a los Borbones, que habían sido depuestos por Napoleón, y de restablecer el control de España sobre las colonias americanas, las cuales se habían rebelado durante la invasión napoleónica de España.
El Marqués de Labrador ha sido casi universalmente condenado por los historiadores por su incompetencia en el congreso, en el cual España no logró ninguna de sus metas diplomáticas.
Francisco I de Austria (Francisco José Carlos de Habsburgo-Lorena; en alemán: Franz Joseph Karl von Habsburg-Lothringen) fue emperador de Austria (1804–1835), rey de Hungría (1792–1835), rey de Bohemia (1792–1835), rey de Lombardía (1815–1835) y último monarca elegido del Sacro Imperio Romano Germánico (1792–1806) bajo el nombre de Francisco II.
Alejandro I de Rusia (en ruso: Александр I Павлович, Aleksandr I Pávlovich; San Petersburgo, 23 de diciembre de 1777 - Taganrog, 1 de diciembre de 1825) fue zar de Rusia desde el 23 de marzo de 1801, rey de Polonia desde 1815 y el primer gran duque de Finlandia.

Klemens von Metternich por Thomas Lawrence en 1825
Clemente Wenceslao Lotario de Metternich, I conde y luego príncipe de Metternich-Winneburg (en alemán: Klemens Wenzel Lothar von Metternich; Coblenza, 15 de mayo de 1773 – Viena, 11 de junio de 18591 ) fue un político, estadista y diplomático austríaco, que sirvió durante 27 años como Ministro de Asuntos Exteriores del Imperio Austriaco, además de ejercer en simultáneo como el primer 1.º Primer Ministro del Imperio Austriaco desde 1821, momento en que se creó el cargo, hasta la venida de las Revoluciones de 1848. Fue el archienemigo de Napoleón I.
A lo largo de su dilatada carrera, Metternich se mostró como un firme conservador, opuesto a los movimientos liberales y pro-revolucionarios, dedicándose a la defensa de las monarquías europeas, siendo a través del Congreso de Viena el arquitecto de la «Europa de Hierro», que restauró el Antiguo Régimen a lo largo de los diferentes países del continente, tras la caída del Imperio Napoleónico.
Charles-Maurice de Talleyrand-Périgord
Charles-Maurice de Talleyrand-Périgord, más conocido como Talleyrand (París, 2 de febrero de 1754 - París, 17 de mayo de 1838) fue un sacerdote, político, diplomático y estadista francés, de extrema relevancia e influencia en los acontecimientos de finales del siglo XVIII e inicios del XIX, logrando desempeñarse en altos cargos políticos y dentro de la jerarquía de la Iglesia Católica, durante el reinado de Luis XVI, posteriormente en la Revolución Francesa, luego en la era del Imperio Napoleónico y finalmente la etapa de la restauración monárquica, con el advenimiento de la Monarquía de Julio y el reinado de Luis Felipe I.
Fue uno de los diplomáticos más destacados de su época, siendo notable su ejercicio del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, en cuatro ocasiones, durante los cuales lideró la política exterior de la Revolución Francesa, así como la ambiciosa política expansionista del Consulado Francés y el Imperio Napoleónico, además de tomar una destacable participación en el Congreso de Viena.
El Congreso de Viena fue un encuentro internacional celebrado en la ciudad austriaca de Viena, convocado con el objetivo de restablecer las fronteras de Europa tras la derrota de Napoleón I y reorganizar la forma de las ideologías políticas del Antiguo Régimen. Así pues, su intención era volver a la situación anterior a la Revolución Francesa de 1789. La reunión se llevó a cabo del 1 de octubre de 1814 al 9 de junio de 1815. La reunión tuvo como bases dos grandes principios: el principio monárquico de legitimidad y el principio de equilibrio. Los acuerdos tuvieron vigencia en los territorios de Europa Central y del Este hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, la paz se consiguió mediante el establecimiento del absolutismo. Fue convocado por el emperador de Austria Francisco I, diciendo éste al final del congreso que la nueva Europa era la Europa de la Restauración. Pese a las medidas que se concertaron para mantener a raya a los enemigos del Antiguo Régimen, no se pudo evitar la difusión de las ideas liberales y socialistas que provocaron las revoluciones de 1830 y 1848.



Cabe mencionar, además, al zar Alejandro I de Rusia, quien tuvo un papel clave en el Congreso y vino acompañado por sus consejeros Karl Nesselrode y el conde Andréi Razumovski con el objetivo de unificar los Estados alemanes e implantar un régimen constitucional en Polonia. Estuvieron presentes también Francisco I de Habsburgo y Federico Guillermo III de Prusia (acompañado de Hardenberg y Humboldt), junto con representantes del Reino Unido, primero Lord Castlereagh y después el Duque de Wellington (quien tuvo que salir cuando Napoleón escapó de la isla de Elba mientras se estaba celebrando el congreso en 1815) y antiguos aliados de Napoleón, como los reyes de Sajonia y de Dinamarca. También hubo españoles (marqués de Labrador), portugueses (Pedro de Sousa Holstein, Conde de Palmela; António Saldanha da Gama; Joaquim Lobo da Silveira), Estados germánicos (Hannover, Baviera y Wurtemberg), eslavos, nórdicos (Suecia) y enviados de los Estados Pontificios y de San Marino. Todos coincidieron en estar unidos y permanecer vigilantes contra los liberales, los republicanos y los ateístas.




Pedro Gómez Labrador representó a Fernando VII en los tratados de Congreso de Viena, donde consiguió el desprecio hacia los intereses españoles, como eran los derechos relativos a la devolución de Luisiana y el reconocimiento de las posesiones americanas.

Modificación del mapa europeo 

Francia volvió a las fronteras que tenía antes de la Revolución.
Se crearon Estados tapón al este de Francia para evitar su expansión:
  • Países Bajos, Luxemburgo, Suiza y el reino de Piamonte.
Austria, Prusia y Rusia ampliaron sus territorios.       
  • Austria obtuvo el reino lombardo-veneto
  • Prusia incorporó parte de Polonia  
  • Rusia anexiona Besarabia, Polonia y Finlandia. 
Uno de los mecanismos para defender los intereses del absolutismo, restaurados tras el Congreso de Viena fue la Santa Alianza, por la que se comprometían a intervenir donde fuese necesario para defender el absolutismo.



Ante esta situación, se produjo una aparente vuelta al Antiguo Régimen. Pero las ideas de la Revolución Francesa habían dejado su huella en muchos países europeos. Esta fuerza se va a poner de manifiesto durante las OLEADA DE REVOLUCIONES LIBERALES.
  
En ellas se van a reclamar y defender las ideas del liberalismo y el nacionalismo (la nueva ideología política que se ha despertado con las expansiones napoleónicas)



Estas ideas se han puesto por primera vez en práctica con la Revolución Americana (Independencia de EEUU) y con la Revolución Francesa.


A lo largo del siglo XIX se desarrollan diferentes tendencias dentro del liberalismo, uno más conservador llamado DOCTRINARIO y otro de tendencia más DEMOCRÁTICO que se pondrá de manifiesto durante las revoluciones de 1848.

REVOLUCIONES DE 1820  

Muchos de ellos son movimientos que actúan en la clandestinidad como forma de lucha y se apoyan en  grupos masónicos. En ellas, destaca la importancia del ejército (bien para llevar a cabo sublevaciones o bien para reprimirlos). 

Sus causas son la defensa de los principios liberales (antiabsolutismo) o también empujados por un incipiente nacionalismo. 

Son reprimidas por los mecanismos de la RESTAURACIÓN, como LA SANTA ALIANZA. 

EJEMPLOS: En 1820 se produjo un pronunciamiento contra el absolutismo en España comandado por Riego. La revolución se extendió a Portugal, Italia y Grecia. Aunque en general fracasó, Grecia alcanzó su independencia en 1829. Las colonias americanas  alcanzan su independencia 

REVOLUCIONES DE 1830

EJEMPLOS: En 1830 tuvo lugar una segunda oleada revolucionaria. Comenzó en Francia (se proclama una monarquía de corte liberal) y se extendió por Italia, Alemania y Polonia, pero solo triunfó en los Países Bajos, con la independencia de Bélgica en 1831.

Continúan  con su lucha antiabsolutista y la defensa de los principios liberales o bien de componente nacionalista.

Como en 1820, en todas ellas se defiende un liberalismo doctrinario que identificaba la soberanía nacional con el sufragio censitario 

REVOLUCIONES DE 1848

En 1848, la nueva oleada tuvo además un componente de revolución social y obrera. Aparecen los ideales de un liberalismo más DEMOCRÁTICO ( Soberanía popular con sufragio universal, mayor igualdad social etc).

Ha sido llamada " la Primavera de los Pueblos " ya que todas ellas comienzan en esta estación del año, pero además, porque se va asemejar al florecimiento de ideales sociales y populares de los diferentes territorios europeos. 

EJEMPLOS: Estuvieron implicadas Francia (se promulga la II REPÚBLICA)  y el imperio austriaco (Italia, Bohemia y Hungría), Polonia, Prusia y Alemania, pero no tuvieron éxito. Aquí las reivindicaciones también tuvieron un componente nacionalista. 

Escenarios

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