martes, 10 de febrero de 2015

Pamplona - El Museo de Navarra - Monasterio de San Salvador de Leyre - Iglesia de Santa María la Real

El museo de Navarra es una institución del Gobierno de Navarra que fue fundada en 1956. Se encuentra ubicado en la calle Cuesta de Santo Domingo s/n del Casco Antiguo de Pamplona (Comunidad Foral de Navarra). Su fachada y capilla datan del siglo XVI.


Se encuentra ubicado en el lugar del antiguo hospital de Nuestra Señora de la Misericordia fundado en el siglo XVI, del que sólo se conserva la portada principal y el interior de la capilla.

El frontis es de 1556 de Juan de Villarreal y Martín de Azcárate y es la única muestra de arquitectura civil renacentista de Pamplona. Es una interpretación del arco de triunfo clásico con una rico repertorio ornamental vinculado al plateresco.

Museo de Navarra. Pamplona (Entrada al museo y a la Capilla)
La portada renacentista se destaca como una pieza más del museo, recortándola sobre un muro ciego.
La entrada lateral, a la capilla, tiene una fachada en forma de retablo del siglo XVII procedente de una iglesia, que estaba situada en la calle Mayor, enfrente de la iglesia de Santiago, de Puente la Reina. La capilla, que hoy forma parte del museo y se utiliza en la actualidad como auditorio, es obra de Juan de Ancheta y fue realizada entre 1547 y 1550, de estilo gótico-renacentista.

Juan de Ancheta (Azpeitia, h. 15331 – Pamplona, 30 de noviembre de 1588) fue un escultor español de estilo romanista. Sus obras en madera y alabastro influyeron en el área del actual País Vasco, Navarra, Burgos, La Rioja y Aragón. Su nombre frecuentemente se confunde con el del músico Juan de Anchieta.
Antes de 1579 (probablemente hacía 1577), realiza para la catedral de Pamplona un magnífico cristo crucificado por encargo del Cabildo, a razón de 100 ducados. Esta obra se considera una de las mejores tallas de crucificado del siglo XVI, junto con el de Pompeyo Leoni de San Lorenzo del Escorial.
Cristo crucificado - Ancheta
En 1932 el hospital fue desalojado por traslado al Hospital de Navarra, y, en 1952, se realizó una reforma para transformarlo en museo, realizada por José Yarnoz Larrosa, en la que no se mantuvo prácticamente nada de la fábrica renacentista.


En 1986 los arquitectos Jordi Garcés y Enric Soria realizaron una remodelación para modernizar y reorganizar el museo. En esta reorganización se exponen sólo las piezas más importantes consiguiendo más espacio para su contemplación. Se buscó dotarlo de carácter público, incorporando un salón de actos, sala de exposiciones temporales y otros servicios. Se ordenó la colección de forma cronológica, con los objetos prehistóricos en una nueva sala ubicada bajo el jardín, los mosaicos romanos en zonas de la planta baja y el resto en cuatro plantas.


Interior del museo
Piezas destacadas:

Capitel del prendimiento y crucifixión 
Maestro del Claustro de la Catedral de Pamplona. Segundo cuarto del siglo XII Museo de Navarra - Pamplona.
Material: Piedra caliza. Medidas, capitel: 37,5/46 x 30,5 x 19/33,5 cm., cimacio 59,5 x 13,5 x 44,5 cm.
Las cuatro caras del capitel

En la esquina derecha  vemos a Pedro con el brazo levantado empuñando la espada con la que va a agredir, cortándole la oreja, al siervo del pontífice, Malco, que se encuentra debajo de él

 Sigue con el beso de Judas, que ocupa totalmente una cara corta del capitel, (Mt. 26,49) "Y al instante (Judas), acercándose a Jesús dijo: Salve Rabbí. Y le besó" 

Posteriormente, (Mt. 26, 57-68) vemos a Cristo en casa del Pontífice Caifás, acusado por los falsos testigos. Uno de éstos señala la secuencia siguiente de la Crucifixión
En la mitad derecha de esta cara larga del capitel, encontramos a Dimas, el Buen Ladrón

La otra cara corta del capitel está totalmente ocupada por la Crucifixión

Arqueta de Leyre
La Arqueta de Leyre, también llamada "Arqueta del Monasterio de Leyre", está considerada una de las joyas del arte islámico y de los marfiles hispanomusulmanes, es una pequeña arca de marfil de elefante, que data de la época del Califato Omeya en la península ibérica, territorio llamado Al-Ándalus.

Mapa con el territorio perteneciente al Califato de Córdoba en el año 1000.
Fue tallada en el Califato de Córdoba, por el artista Faray, en el año 1004 d. C., y destaca por su increíble detalle y finura en la ejecución.
Contiene inscripciones que indican que fue un regalo a Abd al-Malik al-Muzaffar (975 - 1008), jefe político y militar de al-Ándalus (1002 -1008), durante el califato de Hisam II, e hijo de Abu ʿAmir Muhammad ben Abi ʿAmir al-Maʿafirí llamado Al-Manṣūr billah, el Victorioso por Allah o el victorioso por Alá, más conocido como Almanzor (c. 938 - Medinaceli (?), 11 de agosto de 1002), fue un militar y político andalusí, caudillo del Califato de Córdoba y valido de Hisham II.
Este tipo de objetos de lujo estaban destinados a contener perfumes u objetos personales de su propietario.

La arqueta de Leyre
La fecha corresponde a la Hégira y equivale al año 1004/1005 de nuestro calendario cristiano.
Probablemente la pieza fuera tomada como botín de guerra de alguna incursión cristiana llegando de este modo hasta el monasterio de Leyre en Navarra. Por su delicado trabajo y valor formal, fue utilizada como caja-relicario de las santas mártires Nunilo y Alodia martirizadas en Huesca. 

Detalle de la arqueta de Leyre

En el aspecto formal, la caja mide 23 x 23 x 28 cm. Se compone dos elementos. La caja propiamente dicha y una tapa troncopiramidal truncada que encaja en ella. El material en que se trabajó es exclusivamente marfil de elefante cortado en planchas de 14 milímetros de espesor. Las planchas visibles y labradas son un total de diecisiete. Dos más, sin labra alguna componen la base del objeto.


La pieza se exhibe en el Museo de Navarra en Pamplona, aunque anteriormente perteneció al Monasterio de Leyre, a la iglesia Santa María la Real de Sangüesa y al Tesoro de la catedral de Pamplona.
Monasterio de San Salvador de Leyre, o simplemente Monasterio de Leyre (en euskera Leire), es uno de los conjuntos monásticos más importantes de España por su relevancia histórica y arquitectónica. Entre los diferentes edificios que componen el conjunto existen ejemplares del románico muy destacados por pertenecer a un periodo muy temprano del mismo y por su excelente estado de conservación. El monasterio se ubica en el nordeste de la Comunidad Foral de Navarra, cerca del límite con Aragón.

Existen noticias documentadas sobre Leyre ya en el siglo IX. El monasterio tuvo una gran relevancia en la historia de reino de Pamplona-Nájera y posteriormente en el de Navarra, así como en la Reconquista. En él está ubicado el panteón en el que yacen los primeros monarcas del reino de Pamplona.

Leyre fue fundado como un monasterio benedictino, aunque posteriormente pasó a estar en manos de monjes cistercienses. En la actualidad, el conjunto monástico pertenece a la Comunidad Foral de Navarra, que lo ha cedido a sus primitivos moradores, la orden benedictina, para su cuidado y funcionamiento
Cripta del monasterio



Iglesia de Santa María la Real 
Situada en la orilla izquierda del río Aragón, Sangüesa es la ciudad más importante de la Navarra media oriental.(A 45 km. de Pamplona y a 10 km. de Leire aprox.)
Iglesia de Santa María la Real 
Sancho Ramírez, "Rey de Aragoneses y Pamploneses" le dio el fuero de Jaca en el año 1090. En el lugar donde se alzó el Palacio Real de Alfonso I "El Batallador", hoy podemos contemplar la bella estampa de la iglesia de Santa María La Mayor. El Rey, en su favoritismo hacia las órdenes militares que culminaría en su descabellado testamento, donó su palacio a los caballeros sanjuanistas para la edificación de este templo. Consta en el acta de donación de 1131: "Similiter dono ibi ecclesiam Beate Marie qui est intus meo corral qui est in capite burgo novo de Sangosa".

Es muy probable que sea esta la fecha que convenga a la edificación de la cabecera del templo, con sus tres ábsides. Más adelante, ya en el XII-XIII se edificaría la magistral portada sur, y en una fase ya tardía, cercana al gótico, se cubrió el templo con bóvedas apuntadas.
Restos romanos



Museo de Navarra. Restos romanos
Mosaico de Andelos, El triunfo de Baco

Mosaico de Andelos, el Triunfo de Baco, siglo I - II d. C.
A principios del siglo II a. de C. llegaron legiones romanas a la parte meridional del territorio de los vascones, comenzó entonces un proceso de romanización propiciado por la paz de Augusto y por el trazado de calzadas. Las ciudades se convirtieron en focos de irradiación de cultura latina que también llegó al medio rural.
Los mosaicos constituyen una muestra de la asimilación de las corrientes artísticas romanas. Este fragmento forma parte de un conjunto de tradición helenística que representa el tema mitológico de Baco en su regreso triunfal de la India. Fue encontrado en la ciudad romana de Andelos, cerca de Mendigorría, datado en el siglo I - II d.C.

Arte Gótico
Continuando con el recorrido cronológico, nos ocuparemos ahora de las obras góticas, advirtiendo que el Museo de Navarra conserva uno de los conjuntos más importantes de retablos y, sobre todo, pinturas murales góticas de toda España.

Artaiz, Unciti (Navarra).
Detalle de las pinturas murales del ábside de la iglesia de San Martín.
Bucher las cataloga como de transición del románico al gótico, dando su fechación hacia el segundo

Artaiz, Unciti (Navarra).
Detalle de las pinturas murales del ábside de la iglesia de San Martín.
Bucher las cataloga como de transición del románico al gótico, dando su fechación hacia el segundo
Pintura mural gótica de San Pedro de Olite (Navarra).
Fechable entre 1340 y 1360. Museo de Navarra.
También son del siglo XIII los frescos de la "Adoración del Cordero"
del llamado "Maestro de Artáiz" y que fueron pintados
en el ábside de la iglesia de San Martín de Artáiz.
De los frescos de finales del siglo XIII (gótico lineal) que embellecían la iglesia de San Saturnino de Artajona podemos admirar un fragmento dedicado al Colegio Apostólico junto a la Historia de San Saturnino, aunque este fresco es ya posterior, de pleno siglo XIV (1340).
Renacimiento
Del Renacimiento destacan las grisallas con temática de la Guerra de Sajonia mantenida por Carlos V. Del manierismo, a finales del Renacimiento, se puede contemplar La vida de Cristo y la Virgen, políptico de Jacques Francart. En la segunda planta también se puede disfrutar de preciosos ejemplos de tallas, como la de San Jerónimo Penitente de Juan de Anchieta, retablos y orfebrería.
La grisalla es una técnica pictórica basada en una pintura monocroma que produce la sensación de ser un relieve escultórico. Fue puesta de moda por diversos pintores en el siglo XIV, quienes la emplearon en bocetos y dibujos preparatorios para lograr un efecto de relieve mediante un claroscuro muy matizado, haciendo diversas gradaciones de un solo color, generalmente gris o amarillo oscuro, buscando un color lo más cercano posible al de la piedra.
Grisallas del Palacio de Óriz 
Siglos XVII y XVIII

Imagen del biombo novohispano del siglo XVII, patrimonio del Museo de Navarra

El biombo novohispano
Esta pieza de ajuar doméstico destinada a la sala principal de la casa, señalaba el estatus de la familia. De origen mexicano, contiene la representación de las cuatro partes del mundo conocidas entonces. Fue adquirido por el Museo de Navarra en el año 2006 y restaurado en 2008.
Este tipo de muebles servía para lucir en un “salón de estrado”, el espacio más noble y protocolario de un palacio novohispano.
Está compuesto por diez hojas unidas por bisagras de librillo que sirven como soporte a 20 telas de lino pintadas al óleo, que ofrecen una única vista con países y alegorías que representan las cuatro partes del mundo, África, Europa, Asia y América, flanqueadas por las figuras de Ceres y Flora-Pomona, tema muy del gusto de la sociedad novohispana del barroco.
La decoración del reverso finge una rica labor de brocado o de cuero dorado y policromado.
La tercera planta muestra pintura española y extranjera de los siglos XVII y XVIII, con importantes piezas, como las pinturas barrocas del flamenco Jacob Bouttats sobre el Génesis. En este mismo piso encontramos salas dedicadas a Goya - en las que destaca, su Retrato del Marqués de San Adrián, uno de los mejores de su carrera. Otro retrato excelente es el del escritor Moratín.
'Retrato de caballero', atribuida a Vicente López, primer pintor de cámara de Fernando VII.
Retrato de caballero - Vicente López
El cuadro, expuesto habitualmente en el Museo de Navarra junto al retrato del Marqués de San Adrián realizado por Goya, es una pintura al pastel sobre papel, de gran calidad, según ha destacado el Ejecutivo foral en una nota.
Durante mucho tiempo se creyó que el retrato correspondía al dramaturgo Leandro Fernández de Moratín y se atribuyó su autoría a Luis Paret y Alcázar. Sin embargo, recientes investigaciones de José Luis Díez García, conservador jefe de pintura del siglo XIX del Museo Nacional del Prado, han concluido que se trata del retrato de un caballero no identificado, realizado por el pintor Vicente López en su juventud, previamente a su nombramiento como primer pintor de cámara de Fernando VII e Isabel II.
El Retrato del pintor Francisco de Goya es el cuadro más conocido del pintor español Vicente López. Está realizado sobre lienzo. Mide 93 cm de alto y 75 cm de ancho. Fue pintado en 1826. Se encuentra en el Museo del Prado, Madrid, España.
Este cuadro es representativo del arte del pintor neoclásico Vicente López, retratista de corte de Fernando VII. Aprovechó un viaje que hizo a Madrid Goya, entonces exiliado en Francia (mitad de mayo a primeros de julio de 1826), para retratarlo.
Para saber más de Goya pincha aquí 
Vicente López Portaña (Valencia, 19 de septiembre de 1772 – Madrid, 22 de julio de 1850) fue un pintor español del neoclasicismo.
El sentido realista que demuestra en estos retratos hizo que Fernando VII lo nombrase Primer Pintor de Cámara en 1815, desplazándose nuevamente a Madrid, donde se convirtió en el pintor de moda entre la aristocracia y alta burguesía madrileña.
Falleció el 22 de julio de 1850, cuando era Primer Pintor de Cámara de Isabel II.
Apareció en los billetes de 25 pesetas de 1931 durante la Segunda República Española. Distintas obras suyas, incluyendo un autorretrato, ilustraron una serie de sellos españoles en 1973.
Jacob Bouttats, La creación de los peces y las aves (Museo de Navarra)
Bouttats J., "Separación de la luz y las tinieblas"
Retrato del Marqués de San Adrián de Francisco de Goya, que fue realizado al quinto marqués, José Mª Magallón y Armendáriz, en 1804.
El Marquesado de San Adrián es el título nobiliario español creado oficialmente el 13 de noviembre de 1729 por el rey Felipe V a favor de Joaquín Magallón y Beaumont de Navarra, señor de Monteagudo y de San Adrián (ambos en Navarra). El Real decreto del título había sido concedido por el rey Carlos II el 13 de octubre de 1696 al mismo titular
José María Magallón y Armendáriz, marqués de San Adrián, (Tudela, 1763 - Madrid, 1845) fue un aristócrata, cortesano y diplomático español. Ostentó también los títulos de marqués de Castelfuerte, de Santiago y de la Cimada, conde de Zweveghem y señor de Monteagudo, y fue creado grande de España.
El testimonio de sus contemporáneos y —sobre todo— los pinceles de Goya le pintan como un hombre apuesto, elegante, distinguido, simpático, desenvuelto, amante de la buena vida y de la sociedad mundana.
Falleció en Madrid en 1845. No dejaba descendencia, pues su hija Francisca de Paula, condesa de Sástago, había muerto sin prole veinte años antes en Burdeos, donde se hallaba exilada (no por hija de afrancesado sino por esposa de liberal). En el marquesado de San Adrián, con grandeza de España, sucedió en 1848 su hermano Joaquín Mariano Magallón y Armendáriz, nacido en Tudela en 1783, en cuya descendencia sigue la casa.
La tercera planta también contiene pintura navarra del siglo XIX, con representantes tan importantes como Javier Ciga (1878-1952) o Jesús Basiano (1889-1996), considerado "el pintor de Navarra". Ambos cosecharon grandes éxitos durante su vida y fueron muy apreciados por sus paisanos.

Javier Ciga Echandi 
(Pamplona, 1877- Pamplona, 1960)
Es conocido como el “cartelista” por excelencia de las Fiestas de San Fermín, pues se adjudicó dicho premio en 1908, 1909 y 1910 y también en 1917.

Estudió en la “Escuela de Bellas Artes de San Fernando” donde en muy poco tiempo llegó a ser profesor y recibió numerosos reconocimientos, consiguiendo cinco medallas de oro.

Viajó entre 1911 y 1914 al extranjero para ampliar sus conocimientos y especialmente en París donde entró en contacto con el impresionismo y el posimpresionismo y una obra suya, “Paysans Basques – Mercado de Elizondo”, fue incluida en la incluido en el “Salón de Primavera” de 1914 siendo miembro de número de ese “Gran Salón”.


Un Viático en el Baztán. Javier Ciga Echandi.
Regresa a Navarra en 1914, dedicándose a la formación artística de jóvenes pintores (Crispí, Lasterra, Ascunce …) y realiza sus retrató a los personajes navarros más conocidos de la época como Estanislao de Aranzadi, Arturo Campión, … y sus obras relativas a la pintura costumbrista, especialmente del “Valle del Baztan”, zona con la que estaba unido familiarmente por sus abuelos y su esposa.


Sokadantza (1914), o/l, 162x170 cm.
Su obra fue en su día contabilizada en 348 obras, aunque se cree que pudeiron ser muchas más y esta cita podría duplicarse. Entre las que destacan la ya mencionada “Mercado de Elizondo” (Museo de Navarra) y “El Txakoli” que adorna las paredes de Casa Txiki Polit.

Junto con Basiano, Asarta, Lasterra, Muñoz Sola, Zubiri, … está considerado uno de los más grandes pintores navarros y uno de los más cotizados. Parte de su obra se expone en el Museo de Navarra.

Jesús Basiano
Pintor navarro. Nacido en Murchante el 9 de diciembre de 1889, falleció en Pamplona el 23 de marzo de 1966.
Pasó los primeros años de su niñez en Bilbao, donde asistió a la Escuela de Artes y Oficios. Conoció el arte de la pintura por las enseñanzas que recibió de los maestros Muñoz Degrain, Chicharro, Cecilio Plá y Darío de Regoyos. Fue pensionado por la Diputación Foral de Navarra en 1912 para realizar estudios en Madrid. Debido al aprovechamiento y valores artísticos que demostró, la Diputación le amplió a tres años más este pensionado y le elevaron la cuantía de la beca. Al mismo tiempo que estudiaba con Pla ingresó en la Escuela de San Fernando, obteniendo todos los años de su carrera varios primeros premios. Subvencionado también por la Diputación por los premios obtenidos en Madrid, fue a Roma en 1916, donde estudió año y medio las obras de los grandes museos. A los veinte años de edad fijó su residencia en Durango, Bizkaia, empezando a producir obras artísticas. Allí ve pintar a Regoyos.



El "gran Basiano", como se le llama en la actualidad, plasmó la Navarra entera: desde la montaña a la ribera, la baja y la alta, la media y la agreste, con paleta excepcional. No fue hombre de palabras ni de letras, parecía un casero, con txapela y sin corbata, y nunca se enteró de su fama. Su pueblo natal, Murchante, le nombró Hijo Ilustre y Predilecto el 24 de junio de 1951. Después de su muerte se ha sabido que existen infinidad de paisajes suyos en media Europa y en colecciones particulares de Vasconia, a pesar de que sólo hizo quince exposiciones en toda su larga vida artística. Oleos suyos están colgados en el Museo de San Telmo, de San Sebastián, Museo de Navarra, Museo de Vitoria, en la Diputación Foral de Navarra, Ayuntamiento de Pamplona, Caja de Ahorros Municipal de Pamplona y en Diario de Navarra. Se sabe que una familia donostiarra posee una ingente y valiosa colección de sus paisajes que Basiano regalaba en sus épocas de hambre a cambio de techo y comida.


Basiano. Nieve en el Arga
Basiano está considerado hoy como el mejor paisajista del País Vasco, después que Dario de Regoyos iniciara esa temática, pero con una concepción diferente de la pintura al filo de una capacidad inductiva excepcional, con la experiencia visual directa de la naturaleza, que fue su escuela al aire libre. Jesús llevó a su pintura en su primera época los efectos de disolución luminosa producidos por el sol sobre las piedras de las casas y la vegetación, con resultados de un dinámico claroscuro del color, a manchas discontinuas; pero unificados por una malla fina en armonía de tonos dominantes, sin cálculo aparente al estilo de los impresionistas. Huyó siempre de la regularidad de medidas precisas, porque decía que la naturaleza siente horror por la regularidad.




Jesús Basiano, 1.953. El chico de Olite. Óleo sobre lienzo, 140 x 74 cm.

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