sábado, 2 de agosto de 2014

M V Sicilia Taormina

A poco pasos del estrecho que separa Sicilia de la península italiana, sobre una terraza natural que mira al mar Jonio, surge la espléndida Taormina, la antigua Tauromenion.



Con su característico aspecto de burgo medieval, su antigua alma griega, los colores y los perfumes de la vegetación mediterránea, Taormina es uno de los lugares más bellos del mundo. Además el clima de Sicilia hace de ella un destino perfecto en cualquier época del año.


El visitante quedará fascinado por la inmensa belleza de este lugar, como le sucedió a Johann Wolfgang Goethe, cuando durante su viaje por Italia visitó el Teatro Griego (siglo III a.C.), símbolo de la ciudad. En medio de los cipreses y las higueras, con la cavea excavada en la roca, el Teatro helenístico de Taormina, transformado en arena (lugar donde se desarrollaban los espectáculos de lucha) por los romanos, ofrece un espectacular panorama del mar azul turquesa hasta las costas de Calabria, de la ciudad de Siracusa y de la humeante cima del Etna.

Entrando a la ciudad desde la Puerta Messina, se llega al corazón medieval de Taormina, poco lejos de la puerta, el Palacio Corvaia y la Iglesia de San Pancracio (del siglo XVII) que surge sobre los restos de un antiguo templo griego. Hay que visitar también, no lejos de aquí, la cavea del antiguo Odeón y la cercana Iglesia de Santa Catalina de Alejandría.


Prosiguiendo el trayecto,  la calle se amplía hacia la Plaza IX de abril, desde la cual se puede disfrutar de un espléndido panorama, mientras que la Puerta di Mezzo, abierta en la Torre del Reloj (siglo XVII)  nos conduce al barrio medieval de Taormina, donde los característicos edificios exhiben sus elementos decorativos y arquitectónicos románicos y góticos.


A la época normanda se remonta el palacio defensivo de los duques de Santo Stefano, con elementos góticos, árabes y normandos y la Abadía Vieja.

Edificio del siglo XIV de estilo gótico-siciliano con influencias árabe-normandas. La estructura, semejante a una fortaleza, está formada por tres plantas, todas decoradas con espléndidas ventanas bífaras: la planta baja, a la que se accede a través de un arco, la primera planta, con un sistema de puentes levadizos, y la segunda planta. En la actualidad es la sede de la Fundación Mazzullo y custodia muchas obras de este artista siciliano.

Palacio defensivo de los duques de Santo Stefano





No se puede dejar de dar un paseo a lo largo del Corso Umberto I, la vía principal de la ciudad, ideal para los que quieren ir de compras; aquí se encuentran numerosas tiendas de artesanía que venden de todo: desde cerámicas hasta joyas pasando por la ropa y los típicos souvenires. Para disfrutar de un poco de tranquilidad podemos recorrer las pintorescas callejuelas y los patios de la parte más vieja de Taormina.







 
A pocos pasos de la entrada a la ciudad por la Porta di Catania encontramos la Catedral de San Nicolás, en pleno Corso Umberto.

Se trata de una Catedral-fortaleza (almenas) construida sobre las ruinas de la antigua iglesia de San Nicolás de Bari en torno al 1400. Tiene una estructura en cruz latina con tres naves separadas con columnas. Éstas están fabricadas en mármol rosa de Taormina y coronadas con capiteles de decoración vegetal. El cerramiento de la iglesia se lleva a cabo a través de una cubierta de madera sostenida a través de ménsulas de decoración arábiga muy del gusto gótico.

De notable importancia es la fachada principal, restaurada en 1636 con una portada coronada con un frontón partido y un rosetón central de inspiración renacentista.





Taormina presume también de mar y playas y durante el verano es una tentación la de darse un baño refrescante en las aguas transparentes de Giardini di Naxos o de las playas de Mazzaró, a las que se llega con un teleférico desde Mazzeo y Lido Spisone, donde se puede ir por la noche a la discoteca.





La otra playa es la de la Isla Bella, una pequeñísima isla situada en la bahía de Taormina, unida a tierra firme por una lengua de tierra, visible sólo con la marea baja. Es un oasis natural protegido que regala rincones naturales incomparables.

Isla Bella
Lo que no hay que perderse
Un espectáculo en el Teatro Griego. Desde junio hasta agosto tiene lugar Taormina Arte que prevé un amplio cartel con espectáculos de música, teatro y danza. Además, en junio comienza el Taormina FilmFest, una de las más importantes citas italianas con el mundo del cine y que cuenta con invitados de rango internacional.

Lo que hay que probar
Una buena comida a base de pescado, al aire libre, en un jardín de limoneros, degustando el aceite de oliva extra virgen siciliano y uno de los apreciados vinos con denominación de origen de la provincia. O también, una pausa sentados en las terrazas de uno de los cafés de Corso Umberto para disfrutar de un granizado de limón servido con brioches calientes o con la típica cassata siciliana.



Excelsior Palace Hotel 

Se encuentra en Taormina, en el casco histórico, cerca de lugares de interés como Palazzo dei Duchi di Santo Stefano, Palazzo dei Congressi y Piazza IX Aprile. Asimismo, se encuentra cerca de otros lugares de interés como Teatro Greco y Lido Mazzarò.





Este hotel tiene una ubicación privilegiada a la entrada de la ciudad y a metros de su calle principal. Desde sus habitaciones que dan al volcán Etna el espectáculo que se aprecia es maravilloso. Se pueden observar la montaña, la ciudad y el mar. 

Su construcción data de 1904. 

La piscina está enclavada en un hermoso lugar a unos 200 metros del lobby del hotel. No sólo tiene todos los elementos relativos al confort y al relax que uno pretende, sino que además las vistas desde allí son impresionantes.


 Mis fotos



Desde mi balcón (Etna)



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