lunes, 3 de septiembre de 2018

"Villa de las Musas" de Arellano

Arellano es un municipio español de la Comunidad Foral de Navarra, situado en la Merindad de Estella, en la comarca de Estella Oriental y a 60 km de la capital de la comunidad, Pamplona. Su población en 2017 fue de 159 habitantes
La localidad conserva importantes elementos arquitectónicos como la torre-atalaya, construida hacia el siglo XII y recientemente restaurada, o la iglesia parroquial de San Román, un edificio gótico del siglo XIV donde también destacan las pinturas de Diego de Cegama, siglo XVI que decoran su interior.
Villa de las Musas
Se trata de un yacimiento arqueológico romano situado a 6,5 km al sur de Arellano, a escasos kilómetros de la localidad de Estella-Lizarra. Su nombre, "Aurelianum", daría pie al topónimo del municipio.

Posible aspecto del conjunto de la Villa de Arellano

El lugar es también conocido como "Villa de las Musas" por el hallazgo del espectacular mosaico romano de "las Musas". Esta obra de arte se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional, pero es posible admirar una minuciosa reproducción en su ubicación original. Su denominación se debe a la representación de las nueve diosas y de sus maestros que lo protagonizan.

Catavinos, icono del museo

Los restos arqueológicos encontrados indican que esta villa fue construida entre los siglos I y V d.C. Las excavaciones han permitido diferenciar dependencias de los siglos I-III d.C vinculadas a la producción del vino, además de otras posteriores, que la convirtieron en lujosa residencia de campo relacionada con el culto a Cibeles y a su hijo y amante Attis. Entre los hallazgos más curiosos se encuentra un catavinos de cerámica, icono del museo.

Larario
Adosado al muro oriental de la bodega se encontró un larario. Se trata de un altar de piedra arenisca, rematado por un tejadillo con una cornisa moldurada adornada con conchas de yeso que apoya en cuatro columnas.
En la sociedad romana existía la costumbre de celebrar, en el ámbito doméstico, ceremonias religiosas. Se realizaban en el lararium, actuando el jefe de familia como sacerdote. Las divinidades eran muy numerosas; los lares eran los protectores de la casa y de la familia, los penates los de la despensa, los manes representaban a los antepasados, etc.
La colocación del lararium en la cella vinaria no es habitual en la distribución de la casa romana. La villa de Arellano presenta, por este motivo, la singularidad de contar con una bodega en la que se combinaron las actividades ordinarias de almacenaje del vino, con actividades extraordinarias derivadas de su uso como lugar de reunión y celebración de acontecimientos religiosos.

Una bodega no es tal sin sus cantaras, las dolias de terracota romanas. La villa muestra gran número de ellas. Arellano, merindad de Estella,  sigue siendo tierra de viñedos.

Las fábricas más llamativas de la primera época son el “fumarium”, una estancia en la que se envejecía el vino artificialmente a través del calor y el humo, y la “Cella Vinaria” o bodega, cuyo valor reside en haber conservado todos sus elementos de producción. Así, se exponen 15 “dolias”, tinajas destinadas a contener el vino con una capacidad media de 700 litros, y el altar de piedra, que recuerda la combinación de actividades dedicadas a la producción de vino y a las celebraciones religiosas.

Mosaico de las Musas
La belleza y la perfección técnica que alcanzaron algunas composiciones en época romana las hizo merecedoras del nombre de mosaicos. Una denominación que proviene del término opus musivum, obra inspirada por las Musas. Un magnífico pavimento con decoración figurada es el emblemático mosaico de las Musas, actualmente en el Museo Arqueológico Nacional, que decora una estancia de planta octogonal identificada como el musaeum, lugar destinado al estudio y actividades intelectuales. Presenta un emblema central circular rodeado de nueve compartimentos radiales en los que figuran cada una de las nueve Musas acompañadas por un “maestro” denominación que hace referencia a poetas, filósofos o personajes consagrados a actividades intelectuales.


Sala de estudio
Sala octogonal de reducidas dimensiones a la que se accedía por un amplio vestíbulo. Se ha identificado como el musaeum de la villa tardoimperial, lugar dedicado al estudio y a actividades intelectuales. Dicha interpretación tiene como base la temática representada en el pavimento de mosaico que decoraba esta habitación.
El mosaico fue hallado en 1882, con motivo de la adecuación de los terrenos para plantar una viña. De inmediato se procedió a su excavación , siendo posteriormente trasladado al Museo Arqueológico Nacional. El actual pavimento es una reproducción del original que se expone en el citado muso.
El mosaico ocupa la totalidad de la estancia y se adapta a su planta octogonal. Está enmarcado por una ancha franja de trenzado, quedando al interior nueve compartimentos figurados alrededor de un medallón central. En cada uno se representa a una musa acompañada de su respectivo maestro. A las escenas les acompaña un fondo arquitectónico en el que aparecen plasmados diferentes edificios flanqueados por árboles.
El medallón central casi ha desaparecido. Tras haber analizado la temática de los restantes mosaicos, se ha llegado a la conclusión de que esta escena también pudo estar relacionada con el mito de Cibeles y Attis.


Las musas supervisaban la inspiración poética y todas las actividades intelectuales. Eran además consideradas diosas del canto y, como tales, ligadas a Apolo, dios de la música, que dirigía en el Monte Parnaso el coro que ellas integraban.

Urania y Arato en la bodega romana de Arellano
La individualización de las musas comenzaría hacia el siglo IV a. C., cuando empiezan a encarnar las diferentes disciplinas artísticas de la antigüedad clásica. A Urania se le atribuyó en un principio el dominio de la poesía astronómica y más tarde la ciencia astronómica en general. El hecho de que la astronomía tenga su propia musa, demuestra la importancia que esta ciencia ha tenido para la humanidad durante miles de años.
En estos tiempos las bodegas rivalizan por la calidad arquitectónica y belleza de sus instalaciones como una forma más de mostrar que el cuidado de sus vinos va emparejado al del lugar donde reposa. Esta tradición tiene dos milenios. El bodeguero ilustrado de Arellano amante de la sabiduría de las musas y del culto a Cibeles en el siglo IV nos ha dejado una buena muestra.
Salón principal

La ampliación de la villa en el siglo IV d. C. incluyó la construcción de un gran salón de recepciones de 90 m2, estructurado por un espacio rectangular pavimentado con mosaico, con una cabecera semicircular o exedra.En la exedra, el emblema representa la escena de los esponsales de Attis con la hija del rey Pessinonte. La cabeza de la desposada no se ha conservado. Attis aparece vestido al modo oriental con túnica corta recogida en la cintura y calzones ajustados.En el centro del espacio rectangular, el emblema reproduce la despedida de Adonis camino de la cacería donde hallará la muerte. Sobre un fondo que combina arquitectura y paisaje, destaca la representación de Cibeles como matrona sentada en un trono. A la izquierda, en la zona más deteriorada, todavía se observan  dos fuertes piernas desnudas, asociadas a la figura de Adonis, y junto a él se encuentran los cuartos delanteros de un caballo y un perro.La leyenda de Adonis tiene un fondo idéntico a la historia de Attis y Cibeles, el amor de la diosa por el joven héroe. Amores que no son siempre correspondidos y que tienen un triste final. Dada la función de la villa tardorromana como lugar de culto de Cibeles-Attis, es evidente que el maestro que realizó el mosaico mezcló elementos de ambos mitos (el de Cibeles y Attis con el de Venus y Adonis) 
Mosaico Oecus

Bajo el suelo de argamasa del vestíbulo del oecus se localizó el depósito de la villa primitiva. Tiene dimensiones de 8x7 metros, una profundidad de 3 metros y se alimentaba principalmente de agua de lluvia. Su capacidad era de aprox. 150 m3.
Para construir la cisterna se excavó previamente la roca virgen y, a continuación, fue reforzada con muros de piedra revestidos con una gruesa capa de argamasa hidráulica para su impermeabilización. El depósito estaba cubierto con una doble bóveda que se apoyaba al exterior en los muros laterales y al interior sobre pilares cuadrangulares.
La nueva distribución de la villa en época bajoimperial implicó la clausura de la cisterna, que fue rellenada artificialmente para poder colocar sobre ella el pavimento de argamasa del vestibulum del oecus

Depósito de la villa primitiva

Cisterna 

Las estancias principales de la villa eran de una sola planta y se articulaban en torno al peristilo, se trata de un patio porticado sostenido por columnas y con un jardín en el centro, que proporcionaba luz, aire y agua a los habitantes de la casa. Habitualmente, en el espacio abierto donde vertía el aguia de la lluvia procedente de los tejados solía estar colocado un pequeño estanque, impluvium, que tenía una doble finalidad práctica y estética. También podía estar decorado con fuentes y estatuas


Peristilo

Habitación de la villa que corresponde a un dormitorio característico de la casa romana, donde se ubicaba el lecho. En la villa de Arellano, como cubiculum se decoró con un precioso pavimento de mosaico que ha llegado hasta nosotros muy deteriorado, debido a los trabajos agrícolas y a la erosión ambiental
La composición del mosaico indica que se trataba del cubiculum principal de la villa. El acceso se realizaba a través de una puerta situada en el lado meridional, el umbral estaba decorado con una fina guirnalda de teselas negras sobre fondo blanco.
El lecho ocupaba el espacio con decoración geométrica, dejando a la vista el emblema con decoración figurada. En dicho emblema se representa a un niño desnudo y, en un segundo término, a una figura femenina con gesto protector que con su mano izquierda caza un cisne. La escena se ha interpretado como el nacimiento de Attis
Atis (en griego clásico Άττις Áttis) o Córibas es, en la mitología griega y frigia,​ el amante de Cibeles, su sirviente eunuco y conductor de su carroza tirada por leones. Atis enloqueció por causa de Cibeles y se castró a sí mismo.
Sus sacerdotes eran eunucos, tal como se explica en el origen del mito en referencia a Atis y la castración.

Habitación de la villa