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Hallados en Inglaterra dos relieves visigodos robados en Quintanilla de las Viñas en 2004
El gobierno español recuperó el lunes 21 de enero de 2019 dos piedras esculpidas de valor incalculable procedentes de la iglesia visigoda de Quintanilla de Las Viñas (Burgos) y que están datados entre los siglos VII y XI.Las piezas habían sido robadas por ladrones profesionales de bienes artísticos el año 2004 y se había perdido su rastro. En su hallazgo ha tenido singular importancia la acción de Arthur Brand, un experto holandés conocido como el Indiana Jones del mundo del arte por sus dotes de investigador. Las halló recientemente en el jardín de un aristócrata inglés, quien desconocía el verdadero valor de los relieves, y las entregó a la embajada de España en Londres en una ceremonia privada.En 2010 un informador británico anónimo contactó con Arthur Brand y le indicó que “algo extraño” había aparecido en Londres. Sin embargo, el hombre moriría poco tiempo después sin revelar más pistas. Varios años de búsqueda más tarde, Brand descubrió que las piedras habían sido transportadas a Londres por un marchante de arte francés y puestas a la venta como decoración de jardín por más de 55.000 euros cada una. Se camuflaron bajo esa denominación para no levantar sospechas.
Los relieves de Quintanilla de las Viñas recuperados ya están en el Museo de Burgos |
El Imperio bizantino hacia 1400 ya no era un imperio, terminó reducido en Mesenia, Salónica y Constatinopla, aisladas entre sí. |
Los lombardos fueron un pueblo germánico originario del norte de Europa que se asentó en el valle del Danubio y desde allí invadieron la Italia bizantina en 568 d.C bajo el liderazgo de Alboino. Establecieron el Reino lombardo de Italia, que duró hasta el año 774 d.C, cuando fue conquistado por los francos.
Reino lombardo (652 d. C.) |
Cuando entraron en Italia, algunos lombardos conservaron su forma nativa de paganismo, mientras que algunos eran cristianos arrianos. De ahí que no tuvieran buenas relaciones con la Iglesia católica, a la que persiguieron con el celo de neófitos. Gradualmente, adoptaron títulos romanos, nombres y tradiciones, y en parte se convirtieron a la ortodoxia (siglo VII), no sin una larga serie de conflictos religiosos y étnicos.
A consecuencia de estos sucesos, se formaron en el territorio conquistado por los lombardos treinta y seis ducados independientes, pero esta desmembración fue perjudicial para ellos y funesta para Italia. Sus dirigentes se asentaron en las ciudades principales. El rey gobernaba sobre ellos y administraba la tierra a través de emisarios llamados gastaldi. Esta subdivisión, sin embargo, junto con la independiente falta de docilidad de los ducados, privó al reino de su unidad, debilitándolo incluso en comparación con los bizantinos, especialmente después de que empezaron a recuperarse de la invasión inicial. Esta debilidad se hizo todavía más evidente cuando los lombardos tuvieron que enfrentarse con el creciente poder de los francos.
Durante su fase nómada, los lombardos crearon poco arte del que no pudiera llevarse fácilmente con ellos, como armas y joyería. Aunque ha sobrevivido relativamente poco de estas obras, se asemejan a las de las demás tribus germánicas del norte y centro de Europa de la misma época.
Las primeras grandes modificaciones del estilo germánico de los lombardos acontecieron en Panonia y especialmente en Italia, bajo la influencia de los estilos locales, bizantino y paleocristiano. De nómadas paganos se convirtieron en sedentarios cristianos y ello también se abrió nuevas formas de expresión artística, tales como la arquitectura (especialmente iglesias) y las artes decorativas que la acompañan (como frescos).
El pequeño Oratorio di Santa Maria in Valle en Cividale del Friuli es probablemente una de las piezas conservadas más antiguas de arquitectura lombarda, pues Cividale fue la primera ciudad lombarda en Italia. Aquí se encuentran además las piezas más destacadas de la escultura lombarda, influida grandemente por el estilo bizantino: el altar del rey Rachis (740) y las santas.
La Basílica autariana en Fara Gera d'Adda. |
Se han conservado partes de construcciones lombardas en Pavía (San Pietro in Ciel d'Oro, criptas de Sant'Eusebio y San Giovanni Domnarum) y Monza (catedral). La Basílica autariana en Fara Gera d'Adda cerca de Bérgamo y la iglesia de San Salvatore en Brescia también tienen elementos lombardos. Todos estos edificios se encuentran en Italia septentrional (Langobardia major), Sin embargo, la estructura lombarda mejor conservada se encuentra en la Italia meridional (Langobardia minor). Se trata de la iglesia de Santa Sofía en Benevento; fue erigida en 760 por el duque Arechis II. Conserva frescos lombardos en las paredes e incluso capiteles lombardos en las columnas.
Arechis II (también Aretchis, Arichis, Arechi o Aregis; ? - 26 de agosto 787) fue duque de Benevento entre los años 758 y 774. En el 774 se autoproclama Príncipe de Benevento, título que conservará hasta su muerte.
Arechis pertenecía a la nobleza lombarda, pueblo que había invadido la península itálica a finales del siglo VI y que había establecido un reino al norte de Italia con capital en Pavía. Además de este reino ubicado en el norte, los lombardos también establecieron en el sur de la península los ducados de Spoleto y de Benevento.
Santa Sofía |
La catedral de Monza dedicada a San Juan Bautista, está situada en la ciudad italiana de Monza, en la plaza homónima. Originariamente, fue edificada entre el siglo VI y VII aunque el edificio actual fue reconstruido a partir del año 1300 sobre las ruinas de la iglesia longobarda.
La basílica fue completamente reconstruida a partir del año 1300 sobre las ruinas de la iglesia longobarda. Se realiza entonces una iglesia de planta de cruz latina y cimborrio octogonal. |
Dice la tradición que fue la reina de los longobardos Teodolinda la que decidió construir este templo. De hecho, había prometido erigir un templo a San Juan Bautista y esperaba la inspiración divina que le indicase el lugar más apropiado. Mientras cabalgaba un día con su séquito a través de un paraje plagado de olmos y bañado por el Lambro, la reina se paró a dormir junto a la ribera del río. En el sueño vio una paloma que se paró cerca de ella y le dijo Modo (aquí). Pronto, la reina responde Etiam (sí) y la basílica surge en el lugar que la paloma había indicado y de las dos palabras pronunciadas por la reina y la paloma viene el primer nombre de la ciudad Modoetia.
Teodolinda hizo erigir en el 595 un oratorio (capilla de la reina) de planta de cruz griega; de esta primera construcción sólo quedan los muros del siglo VI.
Teodelinda en un fresco de los Zavattari. Teodolinda o Teodelinda (c. 570-628) era hija del duque Garibaldo I de Baviera y reina de los lombardos. |
El famoso tesoro de Monza aloja la Corona de Hierro de Lombardía y la theca persica, que contiene un texto del Evangelio de Juan, enviado a Teodelinda para su hijo Adaloaldo por el Papa Gregorio I (590-604). Otro regalo de este papa a la reina lombarda fue un encolpion (reliquiario) en forma de cruz conteniendo un fragmento de la Vera Cruz.
La capilla construida a finales del siglo XIV está completamente pintada al fresco con una serie de hermosas historias sobre la reina de Longobard Theodelinda. Estos frescos datan de mediados del siglo 15 por los artistas lombardos hermanos Zavattari y representan el matrimonio de la reina, reuniéndose con su primer marido, Authari, la muerte de este último en la batalla y su nuevo matrimonio con Agilulf. La belleza extrema y los colores vivos de los frescos, en particular el oro que todavía se encuentra en el chaleco de la reina y las armaduras de los guerreros, lo hacen extremadamente famoso e importante. Sin embargo, lo que es aún más hermoso e importante, es la increíble Corona de Hierro de Lombardía; un relicario y una de las más antiguas insignias reales de la cristiandad. Se fabricó probablemente alrededor del siglo VIII o IX y consiste en un anillo de oro que se cree que se ajusta alrededor de una banda central de hierro, que según la leyenda fue sacada de un clavo de la Cruz Verdadera. Se había utilizado para coronar reyes en Italia desde la época medieval hasta su última coronación con Napoleón.
La Corona de Hierro o Corona Férrea es una antigua y preciosa corona usada desde la Alta Edad Media hasta el siglo XIX para la coronación del rey de Italia. Durante mucho tiempo, los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico recibieron esta coronación debido a que la titulación de reyes de Italia estaba ligada a la dignidad imperial.
En el interior de la corona, hay una lámina circular de metal: la tradición cuenta que esta fue forjada con el hierro de uno de los clavos que se usaron en la crucifixión de Cristo. Por este motivo, la corona es también venerada como reliquia y se encuentra custodiada en una capilla de la catedral de Monza (Italia), llamada capilla de Teodolinda.
Corona de Hierro de los Lombardos, en la capilla de Teodolinda de la catedral de Monza |
La Corona de Hierro fue usada por los reyes longobardos y después por Carlomagno (que la recibe en 775) y sus sucesores, para la coronación del Rey de Italia.
La coronación con la Corona de Hierro se desarrollaba como regla general en Milán, en la basílica de San Ambrosio; a veces también se desarrolló en Monza o Pavía y excepcionalmente en alguna otra ciudad.
La cúpula de la capilla de San Vittore in Ciel d'oro |
La tradición de la triple coronación se interrumpe con Carlos V, que fue coronado en 1530 en Bolonia y que abdicó en 1556, dividiendo su imperio en dos entre su hermano Fernando y su hijo Felipe, separando así los reinos de Italia y Alemania. Dos siglos después, tras la Guerra de Sucesión Española, sin embargo, el ducado de Milán pasó a Austria lo que hizo retornar de nuevo la tradición: el emperador Francisco I recibió la Corona de Hierro en 1792.
La coronación más famosa, no obstante, fue la de Napoleón Bonaparte que se coronó rey de Italia en 1805: en el rito celebrado en la catedral de Milán, se impuso él solo la corona pronunciando las siguientes palabras: Dios me la ha dado y ¡ay! del que me la quite.