miércoles, 17 de febrero de 2021

AMÉRICA LATINA ENTRE LO REAL Y LO FANTÁSTICO - La Cruz Maya o Kajb’al - Chichén Itzá - Henry Moore - Mérida - Francisco de Montejo

AMÉRICA LATINA ENTRE LO REAL Y LO FANTÁSTICO - (III)  Palenque - Pakal “el Grande” - El apogeo de Palenque: Yaxchilan - Periodo Posclásico 900 - 1500 estilo PUUC - el Templo de las Siete Muñecas de Dzibilchaltún - Ruinas de Kabah, PINCHA AQUI

Constantin Brancusi - Henry Moore, pincha aqui

Un paseo por Chichen Itzá, pincha aqui

Kukulkán llega puntual con su cita en El Castillo de Chichén Iztá, pincha aqui


La Cruz Maya o Kajb’al no tiene nada que ver con la cruz del cristianismo sino que es íntimamente ligada a la Cosmovisión Maya. La palabra Kajb’al proviene del idioma Quiché y se entiende como la función de las cuatro esquinas del universo (Kaj/Kej = cuatro o universo, b’al = la función). Por esta visión filosófica, Kajb’al también significa la Cruz Cosmogónica que conecta los cuatro elementos de la vida: tierra, aire, fuego y agua. El número 4 juega un papel fundamental en la cosmovisión de los Mayas: 4 colores de la humanidad y del maíz, 4 elementos, 4 puntos cardinales y esquinas que sostienen el universo, 4 estaciones del año, etc.

La palabra cosmogónica se debe a que la cruz en la cultura maya representa el cosmos o universo, es una figura geométrica que tiene 4 brazos iguales a diferencia de la cruz cristiana. Además, en la cuenta del tiempo, la Cruz Maya representa los movimientos de los Cuatro Cargadores, que de manera rotativa, gobiernan o rigen cada año y orientan con sus energías; los Cargadores (también denominados como Mam o Regentes) son cuatro porque cada uno representa una de las cuatro esquinas del universo. En la construcción de las pirámides mayas también está presente el concepto de Kajb’al, pues los vértices de la base de las pirámides representan la posición de los cuatro rincones o esquinas del universo.

 
El fenómeno de luz y sombra que se registra en la alfarda (estructura para sostener la escalera) norte del castillo de las ruinas mexicanas de Chichén Itzá simboliza el descenso de Kukulcán, el dios maya que fertiliza la tierra.



La difusión del fenómeno de la Serpiente Emplumada tiene uno de sus antecedentes en los años setenta gracias al artículo denominado Una hierofanía en Chichén Itzá del investigador francés Jacques Rivard, publicado en la revista Katunoob en 1971.
Si Kukulcán baja, es decir si se forman los siete triángulos isósceles en el costado del castillo que asemejan el cuerpo de una serpiente, "se auguran buenas cosechas, pero en caso contrario, los mayas creían que tendrían problemas con la agricultura".

Un efecto que tiene lugar durante el equinoccio en la alfarda norte de la pirámide de las ruinas mexicanas

Durante el amanecer de los días 20, 21 y 22 de junio, tiene lugar el solsticio de verano, este espectacular fenómeno provoca que la luz ilumine sólo las caras norte y este de la pirámide, mientras que las caras sur y oeste permanecen en la sombra. En invierno ocurre lo inverso, es decir, la parte iluminada se oscurece y la oscura se ilumina, además de que no ocurre al amanecer, sino al atardecer de los días del 20 al 22 de diciembre.





La bajada de Kukulcán, considerada como una hierofanía -es decir, un acto de manifestación de lo sagrado-, "causa interés en el mundo por el simbolismo en el calendario que se registra en Chichén Itzá", que desde 2007 fue designado una de las Siete Maravillas del mundo moderno.
"Para construir el castillo de Chichén, igual que otros edificios de la cultura maya, los arquitectos prehispánicos tomaron en cuenta la posición de los astros", comentó el investigador, adscrito a la Sección de Arqueología del Centro INAH-Yucatán.

El simbolismo calendárico del castillo se demuestra en los 91 escalones que hay en cada una de las alfardas que rematan con la plataforma final que está en la cúspide y que suman 365 días del año solar. Sobre el descenso de Kukulcán en el equinoccio, que de acuerdo con los sacerdotes mayas llega para fertilizar la Tierra, "es una de las fechas importantes en el calendario mesoamericano, así como el 3 de mayo, que significa el inicio del período de lluvias".


Etimológicamente, Chi-ch’en Itzá significa “la ciudad al borde del pozo de los Itzáes”.

 Cronología 525 a 1200 d. C. Ubicación cronológica principal: Posclásico Temprano 900 a 1200 d. C.

Chichén Itzá llegó a abarcar 25 km2. El centro religioso, cultural y administrativo abarcaba unos 6 km2; a poca distancia del mismo habitaba la élite, en edificios tipo palacio, decorados con esmero y pintados de colores brillantes. Alrededor de éstos, en verdes campos, vivían entre 50 mil y 100 mil personas en palapas de techo de palma.

El Cenote Sagrado es un cenote del tipo abierto (a cielo abierto) que se muestra como una depresión circular rellena de agua, de 60 m de diámetro, con paredes verticales que miden 15 m del nivel del acceso a la superficie de agua. Se encuentra al norte de la pirámide de Kukulcán y conectado con ella mediante una calzada de unos 300 m de longitud. Como en el caso general de los cenotes, al nivel del manto freático está conectado con otros flujos laminares subterráneos que finalmente van a dar al océano. Dícese que los Itzáes, fundadores de Chichén Itzá, y más tarde los Xiues que dominaron la región hacia el período posclásico de la cultura maya, lo utilizaban para hacer sacrificios animales y humanos, como tributo a sus dioses. También arrojaban cerámica y joyas al fondo, en ofrendas y rituales religiosos.

El Cenote Sagrado, era el corazón de las actividades religiosas, no solo de la ciudad de Chichén Itzá sino de toda la zona maya. Fue motivo de culto al dios de la lluvia, Chaac, desde el período Clásico Tardío en 650 d.C. y continuó hasta fines del Postclásico, en 1350 d.C. De su fondo cenagoso han sido extraídos objetos de oro, jade, cobre, tela y cestería que aparentemente fueron arrojados como ofrendas ceremoniales.

En la Chichén Antigua, la zona próxima al Cenote Sagrado, se encuentran edificios de arquitectura maya típica, sin mezcla de influjos extranjeros, como los templos de los Cuatro Dinteles, de los Tres Dinteles y del Dintel.

Templo de los Guerreros y Grupo de las Mil Columnas
El Templo de los Guerreros en Chichén Itzá se construyó alrededor del año 1200 y es uno de los edificios más hermosos y mejor conservados de este sitio. Chichén Itzá tiene decenas de edificios, pero cuando la gente piensa en este sitio, siempre piensa en el Castillo, el Cenote Sagrado, el Gran Juego de Pelota y, por supuesto, el Templo de los Guerreros.
El Grupo de las Mil Columnas en Chichén Itzá es en realidad un templo, una estructura muy hermosa e impresionante conectada al Templo de los Guerreros que recibe su nombre porque parece que tiene muchas columnas, pero en realidad, solo hay unas 200 columnas de ellos.
Los Itzáes se establecieron en Chichén Itzá en el siglo IX de nuestra Era. Se cree que eran mayas putunes o chontales. Forjaron un amplio dominio con una cultura unificada cuyo centro era Chichén ltzá. Hacia fines del siglo X, la ciudad fue invadida por una tribu predominantemente guerrera: los toltecas. Esta última invasión trajo consigo una nueva serie de elementos culturales, sobresaliendo la representación del dios-serpiente Kukulkán. Hacia 1250 la ciudad fue abandonada por razones no del todo determinadas. Tan grande fue el poderío de esta ciudad que siglos después de su decadencia aún era sitio de peregrinación y adoración, e incluso hacia el año 1540 d.C. Francisco de Montejo, fundador de Mérida, pensó levantar la capital allí.

«Monumento a los Montejo» (padre e hijo), ubicado en el inicio del Paseo homónimo de Mérida, en Yucatán.
Francisco de Montejo (Salamanca, 1479 - ibídem, 1553) fue un militar y explorador español que en su calidad de adelantado del imperio español y en compañía de su hijo y de su sobrino, los tres del mismo nombre, conquistó Yucatán en el siglo XVI, entonces dominio de los pueblos mayas en el sureste del actual México.
Fueron necesarias tres campañas y 20 años para conquistar la península de Yucatán

La casa de Montejo se construyó en el siglo XVI, siendo el único ejemplar de casa civil de estilo renacentista y plateresco en México. En 1526 se le entregó a don Francisco de Montejo, “el viejo” por parte de la corona española una capitulación y privilegio exclusivamente para la conquista de Yucatán. Gracias a los servicios que prestó a la corona, se le concedió el título y la oficia a perpetuidad a Francisco de Montejo, “el adelantado”.

Arriba, de izquierda a derecha: Catedral de San Ildefonso, el Palacio Cantón, el Monumento a la Patria, el Palacio Municipal, la Glorieta de la Paz, el Gran Museo del Mundo Maya y vista de las Country Towers.
Mérida es la capital y ciudad más poblada del estado de Yucatán, así como la decimocuarta ciudad más poblada de México. Está ubicada en el municipio del mismo nombre. En 2020 la ciudad contaba con una población de 921,771 habitantes y es el centro neurálgico de la denominada zona metropolitana en la que se encuentran conurbados cinco municipios de Yucatán y que alberga a una población de 1,316,088 habitantes.
La ciudad fue fundada el 6 de enero de 1542 sobre los vestigios de la ciudad maya llamada T'Hó, que se encontraba virtualmente deshabitada cuando los europeos conquistaron la península de Yucatán.

Visualizada desde el Caracol la moderna ciudad, descuellan en el panorama la gran pirámide del Castillo, los grupos en cuadrángulo del Patio de las Mil Columnas, el arrogante Templo de los Guerreros (que encierra en su interior el Templo de Chac Mool), el conjunto de estructuras del gran Juego de Pelota, y otras menores construcciones como el Templo de las Mesas, el llamado Osario o Tumba del Sumo Sacerdote, el Mausoleo y el Templo de las águilas.

Plataforma de las Águilas y los Jaguares

La Iglesia en el Complejo de las Monjas
Cuando la Iglesia de Chichén Itzá fue descubierto por la primera vez, este edificio era notable por el buen estado de conservación en que se encontraba y por la riqueza y belleza de sus ornamentos. La Iglesia es un pequeño edificio al lado de Las Monjas con una sola cámara y una puerta de acceso, similar a una capilla rectangular, de su nombre cambio a este.

Tzompantli de Chichen Itzá

Tzompantli asociado al Templo Mayor, Códice Ramírez.
El Códice Ramírez (o códice Tovar) es el nombre que se le da a dos manuscritos independientes de México central posteriores a la conquista. En realidad son dos versiones manuscritas de un mismo texto: una se conserva en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia; la otra, en la Biblioteca John Carter Brown, de Rhode Island, y contiene algunas láminas ilustradas.
Tzompantli era un altar donde se montaban ante la vista pública las cabezas aún sanguinolentas de los cautivos sacrificados con el fin de honrar a los dioses. Es una estructura que derivaba de la práctica entre los antiguos mesoamericanos de decapitar a las víctimas de los sacrificios humanos y conservar sus cráneos en una especie de empalizada de madera.

Máscara del dios de la lluvia Chaac

Detalle del Chac Mool del Templo de los Guerreros  de Chichén Itzá

Una de las esculturas de Chac Mool que se han encontrado en Chichén Itzá.
Chac mool es un tipo de escultura precolombina mesoamericanas que aparecen al principio del Período Posclásico en diversos sitios de la región. El término fue acuñado en 1875 por el explorador Augustus Le Plongeon, quien descubrió este tipo de esculturas por primera vez en Yucatán. Él mismo propuso el nombre Chac Mool (Garra Roja de Jaguar) en maya yucateco,​ pensando que se trataba de un gobernante con el nombre Tigre o Jaguar
Este tipo de estatuas hizo su aparición en Mesoamérica al inicio del posclásico, y es asociada a los toltecas. Varios ejemplares se han encontrado en Tollan-Xicocotitlan (Tula) y Chichén Itzá, y este hecho es uno de los argumentos utilizados en los debates sobre las relaciones entre estos dos sitios. 


En comparación con la pirámide de Keops en Egipto, o incluso con la pirámide del Sol de Teotihuacan, las dimensiones de la pirámide de Kukulkán son pequeñas

Fachada NNE nor-noreste, pueden observarse los 9 basamentos, y gran parte de los paneles en bajorrelieve. En la parte superior del templete puede verse la única de las 20 almenas que adornaban el techo, durante las ceremonias los mayas itzáes solían colocar 20 banderas de plumas. En el inferior de la escalinata central se observan dos cabezas de serpiente emplumadas adornando el inicio o final de los balaustres o pretiles.

El Castillo de Kukulkán "La serpiente emplumada", mide 60 metros por lado, en la base. Se eleva en nueve cuerpos decrecientes hasta la altura de 24, alcanzando así la mese que sostiene el templo, y éste levanta sus muros ocho metros más. Cada fachada o frente de la mole en pirámide, ostenta una ancha escalinata formada de 91 peldaños de piedra, conjunto que compone 364 gradas, y añadida la tierra, o la plataforma superior, 365. Rematan las escaleras del Castillo, al nivel del suelo, colosales cabezas escultóricas, de figura de serpiente.

Chac Mool en la sala de las ofrendas al interior del templo de Kukulkán

Escultura del jaguar (balam) en la cámara de sacrificios en el interior del templo de Kukulkán.

En 1930, gracias a los trabajos arqueológicos mexicanos realizados al Castillo, se comprobó la existencia de un edificio piramidal interno, provisto de escalera solamente por la cara septentrional. A semejanza del exterior, se compone de basamento en pirámide y santuario asentado arriba. Como la externa pirámide, consta la interior de nueve cuerpos decrecientes, y guarda una estatua de Chac Mool impresionante. Sus ojos, dientes y uñas son de hueso, hábilmente aplicado en la piedra. Guardaba la espléndida escultura de un tigre monolítico, pintado a color rojo deslumbrador. Presenta abiertas las fauces, y los ojos son un par de redondas placas de jade.

El Observatorio de Chichén Itzá ("El Caracol")
Tiene algunas ventanas en la parte superior desde donde se podían ver los equinoccios, las puestas de sol, los solsticios, las posiciones de Venus y otras estrellas, y basados con la observación se guiaron para muchas de las decisiones y acciones tomadas por la clase dominante. Era unos de los observatorios mas grandes del mundo, en aquellos años.

El conjunto de estructuras del gran Juego de Pelota, orientado de Norte a Sur, y situado hacia el norte del Castillo, se compone de cinco estructuras principales: el Juego de Pelota propiamente dicho, el Templo del Hombre Barbado, la Tribuna Meridional, el Templo de los Tigres y el Anexo oriental de este edificio.

Estructuras del Gran Juego de la Pelota
El Gran Juego de Pelota en Chichén Itzá muestra el arribo y desarrollo de los Itzáes, la evolución de las ideas religiosas, y el estilo llamado “Maya Yucateco” porque está mezclado con elementos de la zona original del Puuc. Este estilo combina arquitectura, escultura, y pintura en función del militarismo y el culto de Kukulkán, que comenzó a extenderse hacia la región maya en el período clásico, produciendo un renacimiento de la cultura y la sociedad en las tierras de Yucatán.

El Juego de Pelota consiste esencialmente en dos macizos longitudinales y paralelos, que dejan sobre sí un espacio libre destinado al juego. Miden alrededor de 90 metros de largo, comprendiendo el espacio transversal cerca de 30. Tales macizos ofrecen una gradería sumamente ancha por el exterior, que presta acceso a la plataforma de los macizos, probable terraza destinada a espectadores; interiormente, los macizos ofrecen un muro vertical que llega a tierra. Cerca de la base se le adosan banquetas de cubierta horizontal y costado inclinado, que confina al suelo. Enclavados en estos muros interiores rectos, a cierta altura, cerca de la orilla de la terraza superior, estuvieron los discos labrados con figuras de serpientes en enlace, en que se concentraba el interés máximo del juego. Se conserva uno de los anillos.

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