Alice Guy Blaché
Descubre a una de las primeras personas que empezaron a crear aquello que conocemos como el cine, una cineasta innovadora que fue borrada de la historia durante más de un siglo por los historiadores y por sus propios compañeros.
Mireia Mullor 2017
El nombre de Alice Guy no debe volver a desaparecer |
Cuando la Historia se descubre como algo parcial, como algo incompleto, nuestras certezas se tambalean. Para quienes hayan cursado estudios cinematográficos, o simplemente hayan leído los libros curriculares sobre los pioneros del audiovisual, los nombres de los hermanos Lumière y Georges Méliès representan los primeros y grandiosos pasos del cine. Son, además, los que comenzaron a desarrollar el medio como un arte, los primeros en un camino más cercano al documental y, el segundo, a través del ilusionismo, la ciencia ficción y la fantasía. Ellos son pioneros del cine, pero, ¿acaso son los únicos?
Aunque ya reivindicada con la publicación de sus memorias en 1995, en el primer episodio del documental 'La historia del cine: Una odisea' (2011) o a través de la periodista Alison McMahan en 2006, parece que la figura de Alice Guy Blaché ha salido por fin del olvido en España gracias a un libro de Alejandra Val Cubero: 'Vida de Alice Guy Blaché'. Esta mujer, cuyo nombre no encontrarás en los grandes manuales de Historia del Cine, fue una de las primeras personas en coger una cámara y ponerse a filmar. Ella vio las posibilidades del cine donde otros sólo veían una maquinaria y tuvo una carrera como cineasta y productora más extensa que cualquiera de los otros pioneros mencionados: los hermanos Lumière dejaron de hacer películas antes de 1905, y Méliès antes de 1912. Guy, sin embargo, rodó su primer film en 1986 (del que se dice que es el primer film de ficción de la historia) y siguió hasta entrados los años 20, para cuando ya había acumulado más de 1.000 películas en su filmografía. De estas, por desgracia, no han sobrevivido más de 100. Según McMahan, "la duración de la carrera de Guy da fe de su capacidad para responder a las demandas cambiantes de la industria" y de "su capacidad para desempeñar diversos papeles" en la producción.
La primera cineasta de la historia empezó como secretaria de León Gaumont, dueño de la aún activa productora francesa Gaumont. Gracias a ese puesto, ella fue una de las pocas personas presentes en la primera demostración del cinematógrafo Lumière, el 22 de marzo de 1895 (la presentación pública, en la que estaría Meliès, no fue hasta el 28 de diciembre de aquel mismo año). Así es como describe el momento la propia Guy Blaché en sus memorias: "Pero Gaumont, como Lumière, estaba especialmente interesado en resolver los problemas mecánicos". Era una cámara más que poner a la disposición de sus clientes. Los valores educativos y de entretenimiento de las películas en movimiento no parecían haber llamado su atención. No obstante, se había abierto en la Rue des Sonneries un pequeño laboratorio para el revelado e impresión de "tomas" cortas: desfiles, estaciones de ferrocarril, retratos del personal del laboratorio, que servían como películas de demostración pero que eran tanto breves como repetitivas… Pensé que podría hacerse algo mejor que estas películas de demostración. Armándome de valor, le propuse tímidamente a Gaumont que podría escribir una o dos escenitas y hacer que unos cuantos amigos actuaran en ellas. Si el desarrollo futuro de las películas hubiera podido preverse en ese momento, nunca habría conseguido su consentimiento.
Mi juventud, mi inexperiencia, mi sexo, todo conspiraba contra mí. Pero sí que recibí el permiso, con la condición expresa de que esto no afectaría a mis tareas de secretaria". Y así, en un negocio del que aún no se preveían grandes cosas, una secretaria pudo ser pionera del cine.
"Falling Leaves" (1912), pincha aqui
Hay muchos méritos que atribuirle a Guy Blaché, aunque los historiadores e incluso sus compañeros de profesión se los negaron durante años. Ella fue de las primeras personas que hicieron evolucionar ese cine de atracciones, de postales, a un cine narrativo y con una potencia emocional y social importante. Fue una de las primeras en innovar en los planos, llegando a acercarse a los primeros planos en 'Madame a des envies' (1906). "Si esto fuera todo lo que pudiéramos descubrir al desenterrar y estudiar sus películas, sería suficiente. Pero la sorpresa adicional en los primeros trabajos de Alice Guy es la sensación de chiste oculto, del codazo en las costillas que experimentamos al ver sus películas y encontramos con su propia mirada satírica que nos devuelve la nuestra", afirma McMahan en su libro 'Alice Guy Blaché' (2006), en el que reivindica la figura de una artista que llegó a fundar su propia productora en los Estados Unidos, algo insólito en la época.
Parece que ha llegado el momento de que el nombre de Alice Guy Blaché aparezca en los libros de texto, de que se estudie de igual modo que a sus compañeros de profesión. Que las cuestiones de género o raza no vuelvan a privarnos del conocimiento de nuestra propia historia.
Fuente: Fotogramas
Fuente: Fotogramas
Filmografía seleccionada:
1906 La pasión o la vida de Cristo
"La pasión o la vida de Cristo", La primera superproducción de la historia, 30 minutos en los que se usaron 25 decorados y más de 300 extras con exteriores en el bosque de Fontainableau.
1905 La esmeralda (basada en la novela de Victor Hugo, El jorobado de Notre Dame ">
1912 A Fool and His Money, pincha aqui
1920 Vampire
Una de las cimas de su carrera fue "A Fool and His Money" en 1912. Se trata de la primera película protagonizada íntegramente por actores negros, estrenada en un momento en el que todavía existían actores blancos que se pintaban la cara para hacer de negros. Para Guy esta película no fue ninguna subversión; llevaba toda la vida viajando (se crió en Francia, Chile y Suiza) y conociendo culturas, y en sus historias los repartos interraciales compartían situaciones, canciones y bailes sin darse la menor importancia.1917 House of Cards
1920 Vampire
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