Dentro de la Alhambra podemos dividir el recinto en tres amplias zonas, por una parte la Alcazaba o Zona Militar, una segunda zona ocupada por la medina con las casas de comerciantes y artesanos y por otra, la zona palaciega denominada comúnmente palacios nazaríes, formados cada uno de ellos por un conjuntos de salas, oratorios, patios y jardines, cada uno de ellos único y original. Toda la Alhambra se nos presenta como una ciudad palatina o lo que es lo mismo una ciudad encaramada en lo alto de una colina dentro de otra ciudad que es Granada. En esta ciudad palatina podiamos encontrar mezquitas públicas y privadas, casa de la moneda Real, talleres, cuarteles, presidios, la necrópolis Real (la Rauda o Rawda) y toda clase de oficinas burocráticas. Más alejado encotramos el Generalife que era la residencia de verano del Sultán y al pie de la colina una zona de huertas que daban sustento a la ciudad.
En la zona palaciega destacan sobre el resto de las construcciones tres palacios denominados palacios nazaríes y que son la joya de la corona de la Alhambra. En crónicas se citan a este conjunto de palacios como la Casa Real Vieja.
- Palacio del Mexuar (Sala del Mexuar, Oratorio, Patio del Mexuar y Sala Dorada)
- Palacio de Comares (Patio de los Arrayanes, Sala de la Barca y Salón de Embajadores)
- Palacio de los Leones (Patio de los Leones, Sala Ajimeces, Sala de mocárabes, Sala de Reyes, Sala de Dos Hermanas y Mirador de Daraxa).
Mención aparte merecen otros edificios distintos pero ligados a la Alhambra, por una parte el Palacio de Carlos V, construcción cristiana del siglo XVI y el Generalife, conjunto de palacio y jardines que formaban la residencia de verano del sultán y que se encuentra en una colina muy próxima a la Alhambra pero fuera de ella. Además aún podemos encontrar una serie de jardines y construcciones que a lo largo del tiempo han tenido diversos usos residenciales.
Si tuviéramos que establecer una cierta diferenciación un tanto simplista entre los distintos palacios, podemos considerar al Palacio del Mexuar como la zona abierta a la burocracia y al gobierno (lugar donde se impartía justicia popular y donde se tomaban decisiones), el Palacio de Comares, como la zona noble y de representación del Sultán y el Patio de los Leones como la zona privada del Sultán y donde se encontraba el harén y los espacios de recreo, el palacio más intimo del Sultán. No obstante está diferenciación ha variado a lo largo del tiempo, utilizándose las salas y jardines en función de los intereses y necesidades de sus residentes.
Ismail I 1314-1325 (Abu Walid Ismail) * 1279 † Granada 08-07-1325 primo de Muhammad II
- Destronó a su primo el emir Nasr el 14-02-1314
- Adoptó el titulo de Sultán
- Victoria de la batalla de la Vega de Granada en 1319
- Construyó el Generalife
- Murió asesinado en la Alhambra
Palacio del Mexuar Era un conjunto de salas y patios donde a grandes rasgos se realizaban los trabajos burocráticos, se impartía justicia al pueblo y se reunían los ministros. La sala más representativa era la conocida como Sala del Mexuar. Es una palabra que viene del árabe Maswar con el sentido un tanto libre de Sala del Consejo.
Es uno de los palacios que más transformaciones ha tenido, por lo que probablemente su actual configuración sería muy diferente de su original del siglo XIV. La entrada al palacio se realiza a través de un estrecho pasillo que conduce a una puerta adintelada protegida por un tejadillo de madera y que por su fisonomía demuestra que ha sufrido una fuerte remodelación. Tampoco debía ser esta la entrada natural al palacio ya que la entrada debía hacerse necesariamente a través de la alcazaba. El palacio fue mandado construir por el Sultán Ismail I.
Patio del Mexuar o Patio de la Sala Dorada. Este pequeño patio se encuentra al Este de la Sala del Mexuar. Además de patio hace de distribuidor a distintas salas y hace de eje continuador con el Palacio de Comares. Dispone de una taza-fuente de piedra en su centro, es una copia de 1943 pues la original fue trasladada al Patio de Lindaraja en 1926 . El acceso al patio se realiza a través de una puerta en arco de herradura por la que solo cabe una persona, lo que aumentaba la seguridad del Sultán en caso de necesidad. El patio de planta rectangular, dispone de una fachada en cada uno de sus lados más cortos, mientras que las fachadas más largas son lisas.
La fachada situada al norte da paso a la conocida como Sala Dorada. Previa a este encontramos un pórtico formado por tres arcos peraltados con capiteles de mármol blanco almohade y con decoración de estuco. En su fachada Sur o lo que es lo mismo enfrente de esta fachada encontramos unos de los mejores ejemplos del arte nazarí, la conocida como fachada de Comares.
En el centro de esta fachada, el Sultán se sentaba en una silla portátil y protegido por su guardia, escuchaba e impartía justicia a sus súbditos, por lo menos a aquellos que habían podido pasar el filtro de los funcionarios palatinos. Desde lo alto de la fachada un alero de madera protegía del sol al Sultán.
Palacio de Comares espacio palaciego mandado construir por Yusuf I aunque sería su hijo Muhammad V quien lo dio por finalizado en 1370. Básicamente se compone de dos estructuras el Patio de los Arrayanes y la Torre de Comares. Este conjunto era considerado la residencia oficial del monarca y su acceso estaba reservado a la minoría más cercana al monarca.
- Derrotado junto con los benimerines de África en la batalla de Salado 30-10-1340 frente a las tropas del rey Alfonso XI
- Perdió Algeciras en 1344 y Gibraltar en 1350
- Se le considera el mayor constructor de obras en la Alhambra y época de mayor esplendor
Yusuf, a sus 26 años, era un gobernante culto, refinado y sensible. Fue entonces cuando decidió crear su propio palacio, dentro de un orden universal bien establecido y extremadamente respetuoso con su Fe. Las sencillas estancias de su abuelo que completaban la porción oriental del Mexuar se transformaron en el Palacio de Comares. Las proporciones aulicas se impusieron, proporciones exactas, alberca central, galerías y... la gran Torre de Comares repleta de vidrieras de colores. Una maravilla. Pero su mayor joya, sin lugar a dudas, fue esa extraordinaria cubierta de los siete cielos coránicos que cierra el Salón del Trono.
El Patio de los Arrayanes (o de Comares, o de La Alberca o de los Mirtos) es una gran espacio rectangular (34 metros x 7,10 metros) en cuyo centro se disponía una alberca de planta también rectangular, que recibe agua de dos fuentes o pilas de mármol situadas en los laterales Norte y Sur, en las zonas más cortas del rectángulo. Bordeando los lados mayores de la alberca una plantación de arrayanes o mirtos de donde toma nombre el patio. El suelo del patio está formado por losas de mármol blanco colocado en el siglo XIX en sustitución de otro anterior formado por losas procedentes de cementerios musulmanes. Es de destacar la fina lámina de agua que cubre la alberca central y que permite como si de un espejo se tratara, que la gran mole que forma la torre de Comares se refleje nitidamente y en la proporción exacta en su superficie.
La galería Sur situada frente a la Torre de Comares, al igual que su galería gemela del norte, se abre al patio a través de siete arcos, el central más grande que los seis restantes. Esta arquería daba paso a una serie de habitaciones y estancias usadas por el monarca y su familia. En este caso las estancias han desaparecido ya que las mismas fueron demolidas en el siglo XVII para construir el conocido como Palacio de Carlos V. En la parte superior de esta arquería, se pueden ver dos galerías superpuestas, la inferior cerrada con muro de obra y con vistas al patio a través de ocho ventanas cerradas con celosías. La galería superior también se abre al patio de los arrayanes a través de seis arcos, y uno central adintelado. En este caso la galería asoma al patio a través de una gran balconada con antepechos de madera.
La Torre de Comares dispone de almenas con adornos troncopiramidales (realizados en el siglo XVI) y en los extremos de la parte inferior dos pequeñas torres reconstruidas en 1890 y por tanto no originales de la construcción. En total alza 45 metros de altura, siendo una de las más potentes de todo el conjunto de la Alhambra junto con la torre de la Vela. En la planta baja de la Torre, encontramos el conocido como Salón de Embajadores o Salón del Trono. Se atribuye su construcción a Yusuf I en torno al 1340. Se trata de una sala de planta cuadrangular, 11,30 metros de lado por 18,20 metros de altura y es la habitación más importante del palacio. En ella el sultán recibía a los embajadores, se efectuaban las recepciones oficiales y se tomaban las decisiones importantes del gobierno. Los muros están ocupados en su parte inferior por un zócalo de azulejos en todo el perímetro, el resto de los muros se encuentra totalmente estucado y con decoración de atauriques en donde se pueden leer, loas de alabanza a Alá y al Sultán. Se puede leer la leyenda de la dinastía nazarí "Solo Alá es vencedor". En cada uno de sus muros se abren tres nichos o alcobas donde se sentaban las personas de confianza del Sultán. En el nicho central que enfrenta a la puerta de entrada, se sentaba el propio Sultán. Cada nicho dispone de ventanas cerradas con celosías que miran al valle del Darro. Las actuales celosías son reconstrucciones modernas. Por la parte superior corre en cada uno de sus lados un total de cinco ventanas que iluminan la estancia.
Importante es la techumbre que cubre este salón. Realizado en madera de cedro con incrustaciones de otras maderas, simula una representación del paraíso celestial. Formado por un total de 8017 piezas, representando los siete cielos que recorrió Mahoma a lomos de un caballo blanco. El primer cielo es de esmeraldas, el segundo de margaritas rojas, el tercero de jacintos rojos, el cuarto de plata, el quinto de oro, el sexto de perlas y el séptimo de luz y finalmente el paraíso representado en este caso por una especie de rosetón central. La techumbre se encuentra a 18 metros de altura.
El Sultán recibía a los embajadores extranjeros o cristianos sentado en el interior de su nicho-alcoba, a su espalda una gran ventana por donde entraba la luz y que daba directamente en las caras de los embajadores por lo que eran cegados y solo podían ver al Sultán a contraluz. Además el juego de espejos y vidrios de las ventanas iluminaban en una suerte de combinaciones lumínicas que causaba impresión a todos los visitantes. El solado estaba formado por azulejos de cerámica vidriada lo que aumentaba la sensación de inferioridad de los visitantes ante tanto lujo y magnificencia. En 1815 este suelo de azulejos fue sustituido por las actuales losetas de barro. También se dice que en esta sala tuvo lugar la reunión donde el rey Boadbil negoció la entrega de la ciudad a los Reyes Católicos y que fue aquí donde Cristóbal Colón convenció a los Reyes Católicos de la conveniencia de financiar su empresa en busca del país de las especias.
Palacio de Los Leones. Dentro de la división un tanto simplista que hemos realizado del uso de los distintos palacios que componen los palacios nazaríes, el palacio de los Leones, debemos considerarlo como la residencia privada del Sultán, alejada de la zona burocrática y de la zona de representación que serían el Palacio del Mexuar y el Palacio de Comares respectivamente.
Muhammad V 1354-1359 (1er periodo) / 1362-1391 (2º periodo) (Abu Abd Allah Muhammad ibn Yusuf) * 1338 † Granada 16-01-1391 hijo de Yusuf I y una esclava
- Depuesto por su hermanastro Ismail II en 1359
- Recuperó el trono en 1362 con la ayuda del rey castellano Pedro I
- Mandó construir el Palacio de los Leones en la Alhambra de Granada
Las distintas salas que lo componen giran alrededor de un patio central en cuyo centro se levanta una fuente sustentada en doce leones de mármol y que son los que dan nombre al patio y a todo el palacio. Este patio es el elemento más conocido de la Alhambra, y el elemento más representativo. Fue mandado construir por el Sultán Muhammad V durante su segundo periodo de gobierno. Comenzó su construcción en 1377 y se terminó en 1390, siendo su arquitecto o alarife Abén Ceid. Según cuentan los poetas el propio Muhammad, hombre muy culto y aficionado al arte, no dudaba en ayudar con sus propias manos en la construcción del palacio.
Patio de Los Leones o Palacio del Jardín feliz. De planta rectangular, a él se abren las dependencias más importantes y suntuosas de todo el palacio. Mientras que el Palacio del Mexuar y el Palacio de Comares siguen un eje Norte-Sur, el Palacio de los Leones lo hace en Este-Oeste es decir perpendicular al de Comares. Las distintas salas que lo forman se distribuyen en dos alturas o pisos. Las cuatro galerías que rodean el patio central se cubren con artesonados de madera con decoración de lacería. El alero de madera que recorre el perímetro es del siglo XIX. Estas galerías la forman un total de 124 columnas de mármol blanco de macael agrupadas en grupos de dos, tres y cuatro columnas en las esquinas. Los arcos muy peraltados apoyan en capiteles cúbicos con inscripciones y grandes ábacos. Entre las columnas y por su parte superior encontramos paños realizados con estuco y adornados con filigrana de motivos vegetales y epigráficos.
Sala de mocárabes. Situado al O del Patio de los Leones. Es una habitación en forma de largo vestíbulo que recibe su nombre por la bóveda de mocárabes que cubría su techo y que fue destruida en la explosión de un polvorín en 1590. La actual bóveda es una reconstrucción realizada en el siglo XVII en estilo renacentista.
Sala de mocárabes |
Sala de los Abencerrajes. Situada al S del Patio de los Leones. Recibe su nombre por la leyenda según la cual treinta y seis caballeros de la familia de los Abencerrajes fueron asesinados en esta sala por ordenes del Sultán. En el fondo de la fuente de alabastro que centra la sala podemos ver rastros de oxido de hierro (de color rojo) que según se afirma son restos de sangre de los Abencerrajes y que no ha podido borrarse a pesar del paso de los años.
El nombre de la sala proviene de la castellanización de una poderosa familia musulmana, los Banu Sarray que disputaron el poder y la influencia política con el propio Sultán. Según esta leyenda aunque hay varias versiones, los hechos contados acontecieron durante el Sultanato de Muley Hacén. Los hechos históricos no recogen estos hechos por lo que se cree que no es más que una leyenda popular, pudiera ser que tuviera un fondo de verdad con la ejecución de dos miembros de esta familia, hecho que si que está demostrado.
Destaca la cúpula de mocárabes que cubre el techo formado por una estrella de ocho puntas. La fuente queda situada debajo de la cúpula con la clara intencionalidad que la misma se refleje en el agua cristalina de la fuente.
Recibe el nombre de Sala de Reyes porque en los techos de cada una de las alcobas grandes, encontramos bóvedas de madera cubiertas con pinturas sobre piel de cordero con representaciones humanas. En la alcoba central vemos representados a diez personajes que se consideran son los diez primeros reyes de la dinastía nazarí. En los techos de las salas laterales encontramos representaciones con escenas caballerescas. Estas salas laterales y en función de la temática principal representada han sido denominadas "Sala de la Dama jugando al ajedrez" y "Sala de la Fuente de la Juventud". Dada la prohibición de representación de la figura humana en el mundo musulmán, resulta un tanto extraño ver estas pinturas en este lugar, se cree que son obras de pintores cristianos aunque supervisados por musulmanes. También esta sala ha sido denominada Sala de la Justicia porque en los personajes representados se ha querido ver a jueces en un Tribunal de Justicia.
Alrededor de esta sala se encuentran una serie de habitaciones que eran ocupadas por la esposa del Sultán y sus hijos, es por tanto una de las zonas más nobles del palacio. En estas salas tuvieron su residencia, Aisha y sus hijos, madre de Boadbil cuando fue repudiada por su esposo el Sultán Muley Hacén que estaba enamorado de Isabel de Solís, prisionera cristiana que al convertirse al islam adoptó el nombre de Zoraida o Soraya.
Habitaciones del emperador Carlos V. Alrededor del actual Jardín de Lindaraja se levantan las habitaciones del emperador Carlos V. Son un total de seis habitaciones, dos de ellas entre el jardín y el conocido como Patio de la Reja y las cuatro restantes en el lado N del jardín. La idea es que residiera en ellas mientras finalizaban las obras de su palacio que Pedro Machuca construía a espaldas del patio de Comares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario