(VI) El placer de coleccionar arte - Reyes Católicos - Isabel coleccionaba pintura flamenca (apasionada del arte y de la cultura), pincha aqui
La Cartuja de Santa María de Miraflores es un monasterio de la Orden de los Cartujos, edificado en una loma conocida como Miraflores, situada a unos tres kilómetros del centro de la ciudad de Burgos (Castilla y León, España).
'El gran silencio', un documental de dos horas sin diálogos ..., pincha aquiDieciséis años después de haberlo solicitado, el cineasta Philip Gröning viaja a Grande Chartreuse, un monasterio ubicado en las profundidades de los Alpes franceses. Durante aproximadamente seis meses, Gröning documenta los rituales diarios, oraciones y tareas realizadas por los monjes cartujos, considerada la más espiritual de todas las ordenes.
Es una joya del arte gótico final. En el conjunto destaca la iglesia, cuya portada occidental, en estilo gótico isabelino, está decorada con los escudos de sus fundadores. El templo es de una sola nave, capillas laterales y ábside poligonal. La nave está cubierta con bóveda estrellada.
El rey Juan II de Castilla dona a la Orden de los Cartujos el palacio y alcázar de Miraflores, mandado construir en 1401 por su padre, Enrique III de Castilla. Era un pabellón de caza ubicado a las afueras de la ciudad de Burgos. De esta manera, Juan II cumplía la voluntad testamentaria de Enrique III.
Juan II de Castilla (Toro, 6 de marzo de 1405-Valladolid, 22 de julio de 1454) fue rey de Castillaa entre 1406 y 1454, hijo del rey Enrique III «el Doliente» y de la reina Catalina de Lancáster. |
María de Aragón, (¿Medina del Campo?, Castilla, 24 de febrero de 14031 - Villacastín, Castilla, 18 de febrero de 1445), también llamada María de Trastámara, fue infanta de Aragón y ocupó el trono castellano como consorte del rey Juan II entre 1420 y 1445. Hija de Fernando I de Antequera, infante y regente de Castilla y rey de Aragón, y de Leonor de Alburquerque, fue, además, la madre del rey Enrique IV de Castilla , hermana de los «Infantes de Aragón» y tía de Fernando II de Aragón .
Consorte - Blanca II de Navarra y Juana de Portugal
Descendencia - Juana la Beltraneja
Blanca regresa a Navarra repudiada y sin los bienes acordados en las capitulaciones de su matrimonio por haber sido este anulado, teniendo su padre Juan II que encargarse de sus necesidades, el rey sentía una completa aversión tanto por ella como por su hermano mayor Carlos de Viana; su hermana menor Leonor, condesa de Foix, tampoco le tenía estima, y Juana Enríquez, su madrastra, cuya única preocupación era colocar a su hijo Fernando en el trono de Navarra, hizo lo posible por perderla. Antes de morir su hermano el príncipe Carlos de Viana el 23 de septiembre de 1461, redactó su testamento en el cual instituyó a su hermana como heredera, ratificando las claúsulas del testamento de su madre del 17 de febrero de 1439, en el cual se estipulaba que la corona debía pasar al mayor de los hijos vivos de la pareja.
Sin embargo, Blanca se encuentra prisionera de su padre en Olite, quien le propone casarla con Carlos, duque de Berry, el hermano menor de Luis XI de Francia. En realidad, esta propuesta de matrimonio es un engaño proyectado por Juan II, con el fin de sacar de Navarra a Blanca y alejarla de sus partidarios, los beaumonteses, que trataban de liberarla. De todos modos, Blanca rechaza la propuesta de su padre. El rey Juan II, furioso por la rebeldía de su hija, reacciona airadamente y la entrega a su otra hija Leonor y a su marido, el conde Gastón IV de Foix. Blanca realiza una protesta escrita por el secuestro (Roncesvalles, 23 de abril de 1462). Unos días después (30 de abril), en San Juan Pie de Puerto, y temiendo que los que pretenden sus derechos le quiten la vida, hace testamento designando como heredero a su ex-marido y ahora rey Enrique IV de Castilla (lo que habría supuesto la unión de las coronas de Navarra y Castilla).Una vez en Béarn, Blanca es encarcelada en la Torre Moncada, en Orthez, donde morirá el 2 de diciembre de 1464 bajo extrañas circunstancias.En contra de lo dispuesto legítimamente por Blanca, Juan II siguió como rey en Navarra hasta su muerte (en 1479), y fue sucedido por Leonor.
De hecho, los primeros rumores acerca de la supuesta homosexualidad del rey surgen cuando nació Juana, pues los nobles castellanos opuestos al rey pretendieron hacer creer que la niña era hija del noble Beltrán de la Cueva, privado de Enrique IV, por lo que a la niña se le dio el apodo de Juana la Beltraneja. Su marido ordenó que fuera recluida en el castillo de Alaejos bajo la supervisión del arzobispo Alonso de Fonseca y Ulloa, señor de las villas de Coca y Alaejos. Durante la reclusión tuvo por amante al sobrino del arzobispo, el caballero castellano Pedro de Castilla y Fonseca (biznieto de Pedro I de Castilla). Esta relación que se dio cuando aún estaba casada con el rey, y fruto de la cual tuvo con él dos hijos gemelos, La relación fue conocida en la época. A la muerte de Enrique IV, el 11 de diciembre de 1474, la reina Juana sostuvo los derechos sucesorios de su hija pero falleció pocos meses después, a los treinta y seis años de edad, el 13 de junio de 1475.
Esponsales con el duque de GuyenaCasó luego en secreto Isabel con el infante Fernando de Aragón en 1469, rompiendo lo dispuesto en el tratado con su hermano Enrique IV. Este, que durante toda su vida prodigó a su hija las muestras de afecto paternal, dio respuesta favorable a los embajadores de Luis XI de Francia, que le pedían la mano de Juana para el duque de Guyena, hermano del francés. Las capitulaciones matrimoniales se firmaron en Medina del Campo en 1470.
A petición de Juan Pacheco y de los embajadores de Francia, revocó Enrique IV el tratado de los Toros de Guisando, después de jurar, juntamente con su esposa, que la infanta Juana era su hija legítima. El 26 de octubre se verificó la Ceremonia de la Val de Lozoya en el despoblado Santiago, entre Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago, no lejos de Buitrago del Lozoya, y después que los nobles presentes prestaron a la infanta el acostumbrado juramento de fidelidad como heredera de la corona, acto que no llegó a ser sancionado por las Cortes, se desposó a la princesa con el conde de Boulogne, representante del duque de Guyena. El cardenal de Albi, uno de los embajadores de Luis XI, fue en aquel día el encargado de tomar juramento a los reyes y verificar los desposorios.
Enrique IV murió el 11 de diciembre de 1474. En sus últimos días había visto desbaratado el enlace de Juana, porque dicho duque falleció en 1472.
El testamento del rey desapareció y los partidarios de Isabel sostuvieron que el rey había muerto sin testar. Al final de su vida, la reina Isabel tuvo noticia del paradero del testamento y ordenó que se lo trajeran. Fue encontrado y llevado a la corte pocos días antes del fallecimiento de la reina, en 1504. Siempre según Galíndez de Carvajal, que fue testigo de la muerte de la reina, unos decían que el testamento fue quemado por el rey Fernando mientras que otros sostenían que se lo quedó un miembro del consejo real.
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